El colágeno es una proteína esencial para el organismo, siendo un componente clave para la salud de la piel, huesos, cartílagos y tendones. ¿Cómo consumirlo?
El colágeno es una proteína presente en forma natural en la piel, cuya función es darle soporte y estructura. A partir de los 25 años la producción del colágeno disminuye en 1% en forma anual y como es responsable de la firmeza y elasticidad de la piel, es natural que la misma pierda gradualmente el sostén. Esto provoca el descenso de los tejidos y que el rostro vaya perdiendo su contorno natural.
En materia de rejuvenecimiento facial uno de los tratamientos que más se utilizan para disimular las líneas de expresión y agregarle colágeno al rostro son los hilos tensores. Es una opción no quirúrgica para quienes quieren obtener resultados rápidos sin los riesgos que conlleva una cirugía. Es también una alternativa al bótox, según sostiene la esteticista Silvia Ayala.
Los bioestimuladores son sustancias inyectables y son esenciales para el mantenimiento, rescate y firmeza de la piel. En este artículo te contamos más al respecto.
El colágeno es una proteína del cuerpo que abunda en el hasta cierta edad. En respuesta, la industria cosmética ha puesto a disposición el colágeno en diversas presentaciones (cápsulas, polvos, hidrolizados, doblemente hidrolizados). Se les adjudica todo tipo de beneficios desde los asociados al mejoramiento inmunitario, a la “juventud eterna”, a la desaparición de arrugas, a las salud de las articulaciones, etc.
Los estadounidenses gastan más de mil millones de dólares en productos para blanquear sus dientes, pero nuevos estudios indicaron que además de abrillantar la sonrisa, también pueden dañar las capas que están bajo el esmalte.