La capital del departamento es Areguá, ubicada frente al lago Ypacaraí, ciudad tranquila y de carácter colonial (con 70 000 habitantes aproximadamente), situada a unos 35 km de la capital del país, Asunción.
ITÁ. La feligresía católica de este distrito se prepara para honrar a su protector espiritual, San Blas, protector de la garganta. Mañana viernes comienza el novenario en honor al santo patrono y estará a cargo del obispo emérito de Caacupé, monseñor Claudio Giménez. El 1 de febrero estará presente el Nuncio Apostólico de su Santidad, Vincenzo Turturro.
ÑEMBY: La municipalidad local anunció la construcción de un nuevo sanitario y la reparación del actual, que se está cayendo a pedazos, de la escuela Nuestra Señora de la Asunción. Además, anunciaron obras en seis casas de estudio de un total de 18 que están en la microplanificación para este año. Sin embargo, la muralla de San Pedro y San Pablo aún no es prioridad, según anunciaron
ÑEMBY. Los adultos mayores beneficiarios del programa Tekoporã del Ministerio de Desarrollo Social (MDS) tuvieron que esperar más de 8 horas para poder retirar la ayuda monetaria. Estuvieron parados desde las 07:00 en la sede del Banco Nacional de Fomento (BNF) de este distrito y recién pasadas las 15:00 pudieron acceder a su dinero. Muchos tuvieron que retirarse, y varios fueron llevados a un centro asistencial porque no soportaron el intenso calor.
SAN ANTONIO. Pobladores del barrio San Blas y San Roque de este distrito del departamento Central denunciaron el corte permanente de la energía eléctrica en la zona. Los afectados indicaron que el hecho se atribuye a la falta de poda de los árboles y arbustos que afectan al tendido eléctrico. El presidente de la ANDE prometió realizar el mantenimiento adecuado.
La próxima semana, varios municipios del departamento Central accionarán ante el Poder Judicial contra la ley que regula los costos para la expedición de habilitaciones en las municipalidades. La asesora jurídica de la Municipalidad de Villeta calificó la ley como un “impuesto injusto y desmedido” y un “castigo” del Congreso a los contribuyentes.