6 de septiembre de 2025
El desarrollo económico de un país depende en gran medida de la calidad de su capital humano. En tal sentido, el Banco Mundial (BM) desarrolla el denominado Índice de Capital Humano (ICH), que mide cuánto capital humano puede alcanzar un niño nacido hoy al llegar a los 18 años, considerando riesgos de salud y educación. Este índice, que se expresa en una escala de 0 a 1, establece el valor máximo únicamente si el niño puede gozar de plena salud, sin retraso en el crecimiento y con una expectativa mínima de vida de 60 años, y acceder a 14 años de educación formal de calidad.
La etapa de crecimiento y desarrollo en la vida desde el nacimiento hasta finalizar la educativa es fundamental para la formación del capital humano. Según definición del Banco Mundial (BM), el capital humano es el conjunto de conocimientos, capacidades y salud que personas acumulan e invierten a lo largo de su vida para desplegar su potencial como miembros productivos de la sociedad. Invertir en personas a través de nutrición, atención médica, educación de calidad, empleo y capacidades ayuda a desarrollar el capital humano, lo que es clave para poner fin a la pobreza extrema y crear sociedad más inclusiva.
La incertidumbre marcó nuevamente el segundo año de la pandemia en todo el mundo. En Paraguay, la campaña de inoculación inyectó cierto optimismo al engranaje económico durante el primer semestre del año 2021. La intervención del Estado y la apuesta del sector privado, pese a las condiciones poco favorables, provocaron un respiro en los principales indicadores sociales y económicos. Así los números positivos en los sectores económicos, sobre todo el terciario golpeado duramente en el año 2020, han sido señales claves del proceso de reactivación económica en el 2021.