La «Gran Guerra», que aún no se llamaba la «Primera», había terminado con cualquier ilusión de grandeza épica antes de que la disputa por el Chaco Boreal desatara el mayor conflicto bélico del siglo XX en Sudamérica. Así lo entiende, lúcidamente, el capitán José Bozzano en sus memorias.
El histórico Cañonero Humaitá, que se encuentra en aguas del río Paraguay, empezó a inclinarse debido a una filtración de agua. La Armada Paraguaya inició los trabajos para volver a equilibrarlo.
“Cañoneros paraguayos, zafarrancho de combate (Bozzano, el tercer hombre de la victoria del Chaco)” se titula la obra teatral que se presentará este fin de semana en las playas del Club Nacional de Regatas El Mbiguá, partiendo desde el Puerto de Asunción a las 17:00. El acceso será libre y gratuito.
Los senadores Pedro Santa Cruz (PDP) y Juan Bartolomé Ramírez (PLRA) anunciaron que el próximo jueves se realizará un acto oficial para dar cumplimiento a las leyes que confirieron el ascenso póstumo a dos héroes de la Guerra del Chaco: el Cap. de Navío José Alfredo Bozzano y Cnel. Francisco Brizuela, a quienes calificaron de artífices de la defensa del país inmortalizados en las músicas 13 Tuyutí y Regimiento 7.
Julio Bozzano, nieto del capitán de navío José Bozzano (1895-1969), ingeniero y arquitecto que diseñó y supervisó en Génova la construcción de los cañoneros Humaitá y Paraguay, contó que su abuelo pudo convencer al entonces presidente Eligio Ayala de invertir en nuevas tecnologías navales, a pesar de la oposición de la cúpula militar. Estos barcos bélicos fueron determinantes en la Guerra del Chaco (1932-1935).
El emblemático cañonero Humaitá volvió ayer a su ambiente, el río Paraguay, luego de 8 meses de reparación para asegurar su flotabilidad. El barco, fundamental para ganar la Guerra del Chaco, se convertirá en museo.