15 de octubre de 2025
El Senado analizará en su sesión del miércoles, un proyecto presentado por la senadora Yolanda Pareces (YoCreo) que pide informes al Banco Central del Paraguay (BCP) y al Instituto Nacional de Estadística (INE) con el fin de conocer en detalle el diseño, la metodología y las proyecciones de la nueva Encuesta de Presupuestos Familiares 2025-2026 y su vinculación con la actualización de la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El constante aumento del costo de los alimentos básicos obliga a muchas familias paraguayas a modificar sus hábitos de consumo. Según la Asociación de Almaceneros Minoristas, el precio de la carne y el queso se disparó en el último año, y muchos ya no pueden permitirse comer dos veces al día.
Las recientes declaraciones de dos parlamentarios colorados, la diputada Rocío Abed y el senador Luis Pettengill, desataron una ola de críticas en Paraguay, dejando al descubierto la desconexión de ciertos legisladores con la realidad de la ciudadanía que dicen representar. “Un país quebrado no sale a gastar en latte y cheesecake”, afirmó Abed. “La carne prémium no es para el pueblo, para ellos hay puchero”, sentenció Pettengill.
La senadora Yolanda Paredes, de Cruzada Nacional, presentó otra propuesta legislativa de reajuste del salario mínimo que también incluye el costo de vida, pero incluye otras variables como calcular el reajuste anual del salario mínimo.
El viceministro del Trabajo, César Segovia, señaló que para determinar el índice de precios al consumidor (IPC), toman datos a partir del mes de junio del año pasado hasta mayo de este año. Indicó que el decreto del Poder Ejecutivo debe salir antes del 30 de junio de cada año y que para el año próximo se podría utilizar la canasta básica de alimentos como indicador económico.
El aislamiento por falta de caminos obliga a los comerciantes a realizar gastos adicionales en fletes para acceder a las mercaderías a ser vendidas a las comunidades aisladas. Por esta razón los precios de la canasta básica familiar tuvieron un incremento de entre el 30 y el 40%. El tomate se comercializa entre G. 22.000 y 30.000 en Fuerte Olimpo. A esto se le agrega la crisis económica por falta de trabajo.