La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe titulado “Trabajar en un planeta más caliente: el impacto del estrés térmico en la productividad laboral y el trabajo decente” reflexiona sobre el cambio climático y los efectos adversos que genera el aumento progresivo de las temperaturas en múltiples sectores económicos, lo que afecta la productividad laboral y la estabilidad del mercado de trabajo.
La sequía afecta a todos los productores del territorio nacional. En Capiibary, mediante un proyecto de resiliencia, comunidades campesinas mejoraron sus métodos de producción para luchar contra los efectos del cambio climático y mejorar su calidad de vida. Por el camino, encontraron un inesperado aliado que genera doble impacto y trae buenos resultados, en medio de la crítica sequía que afecta al Paraguay desde hace dos años.
En el contexto de la creciente crisis climática, la seguridad hídrica se ha convertido en uno de los mayores desafíos que enfrentan los países a nivel mundial. La relación entre el cambio climático y el agua es profunda y compleja, afectando no solo a la disponibilidad de los recursos hídricos, sino también a sectores clave como la agricultura, la energía, la salud pública y la infraestructura.
De regreso a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump apuntó a los vehículos eléctricos cuyo desarrollo estaba en el centro de la estrategia de lucha contra el cambio climático de su predecesor, el demócrata Joe Biden.
Los glaciares experimentaron en 2023 la mayor pérdida de masa registrada desde que hay registros, y en 2024 la temperatura media global -que sobrepasó en 1,5 °C los niveles preindustriales- amenaza su futuro y la seguridad hídrica de millones de personas además de alterar ecosistemas.
En los últimos 40 años, las sequías graves se han hecho cada vez más largas, intensas y extremas y todo apunta a que en el futuro se producirán más episodios plurianuales (pueden durar años o décadas), que suponen una grave amenaza para los ecosistemas, la agricultura y la producción energética.