25 de julio de 2025
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) reportó que la molienda o procesamiento de soja cerró mayo con una leve reducción del 2% frente al mismo periodo del año pasado. Aún así, adelantó que la menor presión internacional por la compra del grano paraguayo podría abrir oportunidades para la industria local, siempre que se impulsen políticas públicas que fortalezcan al sector.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) reportó que las aceiteras arrancaron el 2025 con un nivel de molienda que podría considerarse “normal”, atendiendo que se industrializaron 126.360 toneladas de granos, con un incremento interanual del 14%. No obstante, en el sector hay grandes expectativas de recuperar condiciones de competitividad y revertir el estancamiento en los volúmenes de procesamiento.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) hizo hincapié este miércoles en que si bien la agroindustria es uno de los pilares de la economía nacional, aún está lejos de aprovechar todo su potencial. Reclamó nuevamente la implementación de políticas industriales que permitan el fortalecimiento de las aceiteras y la ampliación de su impacto en el desarrollo del país.
La molienda de soja en Argentina rompió un nuevo récord al cierre del año pasado y su industria aceitera registró mejoras en la utilización de capacidad instalada, a partir de la importación de soja paraguaya, según se desprende del informe oficial del sector. En contraste, el procesamiento de oleaginosas en nuestro país atraviesa una situación crítica y las fábricas locales siguen reclamando la puesta en marca de políticas que les permitan recuperar sus condiciones de competitividad.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) reportó que, tal como se venía proyectando, la molienda cerró el 2024 con una caída del 12%, siendo diciembre el mes en que se obtuvo el volumen de procesamiento más bajo de la última década. Pese al complejo panorama, las industrias aceiteras no pierden la esperanza de que se estructuren políticas que les permitan mejorar sus condiciones de competitividad “en un futuro cercano”.
Al igual que el sector productivo, las agroindustrias se mantienen en alerta ante el complejo escenario que presenta la zafra 2024/25, cuyo resultado genera incertidumbre debido al impacto de las condiciones climáticas adversas. Aún así, aceiteras mantienen las esperanzas de obtener una “producción razonable” del ciclo en curso.