8 de octubre de 2025
En este Día de la Industria, desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) instan a transformar la soja, uno de los principales commodities de nuestro país, en desarrollo nacional, traducido en calidad de vida para los paraguayos y paraguayas.
Pese a los avances sustanciales que ha logrado la industria aceitera paraguaya en términos de procesamiento de granos, por medio de una apuesta a la tecnología y la innovación, hoy se enfrenta al desafío de recuperar sus condiciones de competitividad, según analizó la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) informó que la molienda o procesamiento de soja y derivados cerró el primer cuatrimestre del año con una caída del 1,7%. Aunque no se registró una variación significativa, enfatizó que el acumulado aún está casi 200.000 toneladas por debajo de los mejores registros para este periodo.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) informa que la molienda o procesamiento de soja y derivados cerró el primer trimestre del año con una reducción del 5%, hecho que confirma las expectativas del sector sobre el estancamiento en la industrialización de granos en el país. Si no se dan cambios significativos en las políticas públicas, el panorama para las aceiteras “se mantendrá o incluso empeoraría” en los próximos años, advierte.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) reportó que la molienda registró hasta febrero pasado una caída del 10%, que coincide con las expectativas del sector respecto a que el procesamiento de granos seguirá estancado en el país. Desde el gremio, resaltaron que el gran desafío pendiente sigue siendo mejorar el posicionamiento de Paraguay en la industrialización de oleaginosas.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) destacó que, en el contexto actual, los números para procesar soja en Paraguay no resultan convenientes debido a la falta de una política industrial que permita a las aceiteras recuperar su competitividad. Recordó que una de las principales inequidades para el sector es la imposibilidad de recuperar los créditos fiscales del IVA al exportar productos industrializados.