22 de octubre de 2025
El cierre del Buen Pastor no es solo el fin de una cárcel de mujeres, sino el cierre de una etapa de la historia paraguaya, donde se cruzaron el poder, la fe y la moral. Según el historiador Juan Marcos González, supo ser al mismo tiempo cárcel, correccional, convento y refugio.
Luego de que el Ministerio de Justicia haya determinado cerrar la cárcel del Buen Pastor, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) se pronunció por la reubicación de las mujeres. “Debe realizarse con apego a los principios de humanidad”, aseguran.
Así fue el Operativo Umbral 2.0, que trasladó a más de 664 mujeres desde el Penal del Buen Pastor ubicado sobre la avenida Mariscal López, en el barrio Recoleta de Asunción, hasta el nuevo Complejo de Mujeres Privadas de Libertad de Emboscada (Comple), que aseguran, se trata de un complejo moderno, seguro y digno.
El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, sostuvo que gracias al nuevo complejo penitenciario, al cual fueron trasladadas más de 500 reclusas del Buen Pastor, se evitará el hacinamiento. Expresó que en el lugar cuentan con equipos de primer nivel para los programas de trabajo para la reinserción.
Más de 500 internas de la penitenciaría de mujeres El Buen Pastor fueron trasladadas en un operativo especial ejecutado entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, en el marco del plan de descongestionamiento penitenciario impulsado por el Ministerio de Justicia.
CAAPUCÚ, departamento de Paraguarí. Una mujer de 42 años, de la compañía Itapé Cerro Pa’u, fue enviada a la correccional de mujeres “Casa del Buen Pastor” por incumplir la condena que se le impuso tras permitir que su hija fuera víctima de abuso sexual. La mujer, que ya tenía once órdenes de captura pendientes, fue considerada responsable por el “debido deber del cuidado o educación”.