Tras una reunión entre autoridades paraguayas y brasileñas se confirmó que se mantiene el plazo establecido para el estudio del Anexo C del tratado de Itaipú. El canciller nacional aseguró que los trabajos van de acuerdo a lo planeado.
La falta de pensamiento crítico suele ser un problema de nefastas consecuencias. Nos convierte en presa fácil de los embaucadores de toda laya, de los vendedores de humo que pululan en diferentes ámbitos, principalmente en la política.
Desde hace más de dos años el templo Dulce Nombre de Jesús, más conocido como “Ñandejára Guasu”, está olvidado por las autoridades. La estructura edilicia de la iglesia presenta un estado deplorable que nadie podría creer. Pilares y vigas hundidos, techos rotos y maderamen con termitas. ¿Qué más necesitan para intervenir?
Referentes de instituciones públicas del departamento de Alto Paraguay se reunieron para debatir posibles soluciones de problemas sociales, como la precariedad del sistema de salud pública la falta de caminos de todo tiempo, carencia de agua potable en las comunidades, la alarmante inseguridad y la falta de fuentes de trabajo. El encuentro se realizó por iniciativa del obispo del Vicariato Apostólico del Chaco, Mons. Gabriel Escobar.
La Gobernación de este departamento chaqueño despilfarró G. 2.000 millones en la compra de maquinarias que nunca fueron utilizadas, y que fueron abandonadas entre las malezas. También fueron pagadas sumas millonarias en obras que se encuentran abandonadas. En contrapartida, los pobladores deben lidiar a diario con las carencias sociales, como ser la precariedad sanitaria de los hospitales o los aislamientos por la falta de caminos de todo tiempo.
El último asalto tipo comando con explosivos a la sucursal del Banco Nacional de Fomento (BNF) en Natalio (Itapúa), cometido el sábado por unos treinta delincuentes que huyeron con un botín de nada menos que cien mil dólares y 300 millones de guaraníes, acaba de demostrar que la delincuencia campea y cada vez más goza de buena salud. En las prisiones, desde donde se encargan fechorías diversas, se introducen armas blancas y de fuego, aparte de teléfonos móviles y estupefacientes, sin que nadie se entere a tiempo: son una zona liberada para planificar y ordenar la comisión de graves hechos punibles mediante el uso de teléfonos móviles, nunca bloqueados pese a los planes oficiales de larga data. No sería raro que allí se enseñen nuevas modalidades delictivas, como las operaciones “tipo comando” para saquear cajeros automáticos, con el uso de vehículos y hasta de fusiles, cuya difusión tendría que ver también con el auge del tráfico de armas hacia el crimen organizado brasileño: algo quedaría en poder de la delincuencia paraguaya, cada vez más violenta y “profesional”.