La ANDE atraviesa una situación financiera crítica que únicamente se puede estabilizar de dos maneras: o con un fuerte ajuste de la tarifa o con un fuerte subsidio estatal, en ambos casos a costa de los consumidores y de la ciudadanía. Su presidente, Ing. Félix Sosa, engañosamente lo atribuyó en primer término a la apreciación del tipo de cambio, pero, aunque trató de disimularlo, no pudo ocultar que el factor de fondo y principal es el altísimo peso del costo de la compra de energía, especialmente de Itaipú. El motivo es que la ANDE está pagando por la energía de Itaipú cuatro veces más de lo que corresponde, gracias al “gran acuerdo” del que tanto se jacta Santiago Peña.
El hecho de que la tarifa no haya cambiado en los últimos doce años es un justificativo bastante endeble para decidir un “aumento” de las tarifas, señala un exdirectivo de la ANDE. Técnicos del sector recomiendan a las autoridades sanear la empresa estatal antes de perjudicar nuevamente a la población con el aumento del precio de la electricidad, como pretenden sus administradores.
El presidente de la ANDE, Víctor Romero, confirmó ayer que están estudiando un aumento de tarifas para hacer inversiones y fortalecer el sistema eléctrico. No obstante, aclaró que la decisión finalmente quedará en manos del Poder Ejecutivo y del equipo económico, que evaluarán el impacto.