6 de agosto de 2025
Un equipo belga analiza núcleos de hielo de hasta 100.000 años de antigüedad para entender cómo era la atmósfera en el pasado y anticipar los efectos del cambio climático. Los investigadores sueñan con hallar hielo de millones de años bajo la superficie antártica.
PARÍS (FRANCIA). Los científicos Geoffrey Hawtin y Cary Fowler, que reciben el jueves el Premio Mundial de la Alimentación, tienen la misma vocación: salvaguardar el máximo de semillas posibles para en un futuro aprovechar sus características genéticas como su resistencia al calor o las enfermedades.
MADRID. Hace unos meses, mientras estudiaban muestras de agua del estrecho de Fram, entre Groenlandia y Svalbard, los científicos se toparon con los “soldados” que confirman la creciente invasión atlántica del Ártico: tres especies de peces y un calamar nunca vistos a esas latitudes, que han llegado hasta allí por un fenómeno conocido como atlantificación.
Un equipo de investigadores empezará el martes a perforar el hielo que recubre el archipiélago noruego de Svalbard, en una carrera contrarreloj para salvar siglos de datos climáticos y medioambientales antes de que desaparezcan a causa del calentamiento del planeta.
MADRID. La presencia de yodo en la atmósfera es uno de los principales responsables de la destrucción de ozono en el Ártico, según han podido comprobar los científicos que han participado en la misión Mosaic, la mayor de la historia a esa zona del planeta.
El mar de Wandel, al norte de Groenlandia en el océano Ártico, está normalmente cubierto por un hielo compacto y grueso todo el año, pero el verano pasado, en contra de las predicciones climáticas, se formaron grandes zonas de agua.