28 de noviembre de 2024
Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo, nos dice la hermosa canción de Alberto Cortez. Cuando un gran músico se va, el espacio vacío es enorme al tratarse del artista, compositor, intérprete y director musical Antonio Ovelar. El maestro del folclore que durante tantas noches y madrugadas dio vida a las polcas y guaranias nos ha dejado hace unos días para ir a dirigir otros coros en el más allá.