4 de noviembre de 2025

La ansiedad en los perros es mucho más común de lo que parece. Muchos dueños interpretan ciertas conductas como travesuras o desobediencia, cuando en realidad su mascota está atravesando un cuadro de estrés o ansiedad canina. Reconocer los signos a tiempo es clave para mejorar su bienestar y evitar que el problema se agrave.


Para algunas personas, comer en restaurantes provoca ansiedad, sudoración o incluso mareos. Esta fobia poco conocida, conocida como gastrofobia, puede afectar la vida social, pero hay estrategias eficaces para superarla y volver a disfrutar de una comida fuera de casa.

Aunque los tratamientos médicos pueden ser necesarios en muchos casos, cada vez más personas buscan formas naturales de aliviar la ansiedad. Una de las estrategias más efectivas y accesibles es ajustar lo que comemos: ciertos alimentos tienen propiedades que pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y mejorar el bienestar mental.

Los perros no solo son compañeros fieles: también pueden ser aliados terapéuticos. Cada vez más estudios confirman su impacto positivo en personas con ansiedad o autismo, mejorando la salud emocional, la comunicación y la calidad de vida.

La ansiedad anticipatoria se caracteriza por experimentar un estado de temor o preocupación excesiva ante eventos o situaciones futuras. Esta forma de ansiedad es común en personas que constantemente piensan en lo que podría salir mal en el futuro, lo que genera una ola de temor que puede afectar su bienestar emocional y físico.

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo a situaciones estresantes, sin embargo, puede volverse abrumadora si no se maneja adecuadamente. Un método reconocido para controlar este tipo de estrés es la regla 5-4-3-2-1, una técnica basada en la atención plena o mindfulness. ¿En qué consiste?