2 de octubre de 2025
Una vez más, el obispo del Vicariato del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, realizó un fuerte llamado a las autoridades y al pueblo en general para ser capaces de derrotar la corrupción, la impunidad y la indiferencia de algunas personas ante el dolor de los más pobres. Fue durante la celebración religiosa realizada en Bahía Negra, en homenaje a Santa Teresita, patrona de esta lejana comunidad de Alto Paraguay.
Por sobrados motivos, este diario viene ocupándose con insistencia del Alto Paraguay, un departamento marginado de las políticas públicas, como si sus pobladores no tuvieran derecho a contar, entre otras cosas, con una infraestructura vial y unos servicios sanitarios que sean al menos aceptables. Están abandonados a la buena de Dios, debido a la negligencia de los ministerios competentes y a la corrupción de las autoridades departamentales, sin que aún se avizore la conclusión del drama, pese a los continuos reclamos. Esos paraguayos “de segunda” no deben seguir expuestos a quedar aislados durante más de cien días, como hasta hace poco, porque los caminos son intransitables. Tampoco es tolerable que no puedan ser atendidos en un Hospital Regional que, desde inicios del año, ni siquiera cuenta con un anestesista.
Según responsables de las empresas ganadoras de la licitación pública realizada por el MOPC, en el transcurso de esta semana deberá realizarse la firma de contrato, con el objetivo de apurar los trabajos de reparación de los tramos ruteros en la zona. Mientras tanto, los conductores deben lidiar con las trampas mortales en que se han convertido los caminos. Causa preocupación las permanentes pequeñas lluvias que se registran, ya que podrían poner en riesgo las mejoras.
Nacer y vivir en el Alto Paraguay, una de las zonas más alejadas del país, más que un desafío representa toda una tremenda odisea, debido a la orfandad estatal en la que viven desde hace décadas las familias del lugar. Así lo certifican las circunstancias en las que vino al mundo Milagro Beatriz, una hermosa criatura de la comunidad Ishir o Chamacoco en Fuerte Olimpo.
Milagro Beatriz se llama la pequeña que nació en medio de la tremenda precariedad estatal en este departamento chaqueño. Su madre, una mujer indígena de la parcialidad Ishir o Chamacoco, fue derivada de urgencia a Concepción ante la posibilidad de requerir cirugía y teniendo en cuenta que en el Hospital Regional de Fuerte Olimpo no se cuenta con anestesista desde el inicio de año. A su regreso a casa, la ambulancia quedó empantanada 9 horas en los precarios caminos de la zona.
Una ambulancia del Hospital Regional de Fuerte Olimpo, que transportaba a un recién nacido y a su madre, quedó atascada en el barro por más de 9 horas, debido a la precariedad de los caminos, pero sobre todo, por la irresponsabilidad de un conductor que no respetó la barrera de clausura y obstaculizó el paso en medio del camino. Finalmente, la ambulancia pudo ser liberada con la ayuda de un tractor de una estancia vecina.