29 de diciembre de 2025
Quizás por aquello de que los ciclos se abren y cierran, y tal vez por la necesidad tan humana, salvo algún pesimismo existencialista, de aferrarnos a algo en qué creer, cada fin de año nos sorprende con un renovado optimismo sobre las cosas que podrían darse en el nuevo ciclo que comienza en algunos días más.