El fenómeno del “evasor relacional” según los estudios
En diversas investigaciones sobre dinámica de pareja, se observa que uno de los mayores desafíos es cuando una de las personas evita abordar los problemas. Un estudio de la Universidad de Denver señala que el 40% de las parejas experimentan, en algún momento, esta dificultad de comunicación.

La tendencia a esquivar conversaciones difíciles suele asociarse al llamado patrón “evasor-discutidor”: mientras una parte busca dialogar, la otra prefiere alejarse.
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Expertos en psicología relacional sostienen que esta evasión puede tener raíces en el miedo al conflicto o en antecedentes familiares donde los desacuerdos se convertían en situaciones incómodas o dolorosas.

Según la terapeuta estadounidense Dr. Sue Johnson, ignorar los problemas incrementa la distancia emocional y eleva el riesgo de que pequeños desacuerdos se transformen en crisis mayores.
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Impacto en la satisfacción y el bienestar en pareja
Investigaciones publicadas en el Journal of Marriage and Family muestran que evitar abordar dificultades está relacionado con menores niveles de satisfacción, intimidad y bienestar general. Las parejas que logran hablar, aunque no siempre resuelvan todo en el momento, desarrollan una mayor capacidad de resiliencia frente a nuevas diferencias.

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Un dato revelador: la Universidad de California encontró que los matrimonios que emplean la “escucha activa” y la validación emocional durante discusiones tienen un 47% más de probabilidades de superar episodios de tensión, en comparación con quienes aplican el silencio o la retirada.
Estrategias prácticas para abrir el diálogo
Si tu pareja tiende a esquivar el tema, especialistas recomiendan evitar reproches directos o actitudes acusatorias.
El enfoque está en crear condiciones de seguridad emocional. Sugerencias respaldadas por la investigación incluyen:
- Elegir momentos adecuados. Plantear la conversación cuando ambos estén tranquilos, sin presiones externas.
- Hablar desde la propia experiencia. En vez de señalar errores, expresar cómo te sentís frente a la situación.
- Dejar espacio, pero con límites. Según el significado de la “técnica del tiempo fuera”, tomar un respiro puede aliviar la tensión, pero siempre conviene establecer el compromiso de retomar luego el diálogo.
- Buscar ayuda profesional. La terapia de pareja, según la Asociación Americana de Psicología, mejora la comunicación en el 70% de los casos, incluso si solo una de las partes acude al inicio.
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La importancia de la empatía y la paciencia en el proceso
Reconocer que no siempre se trata de mala voluntad sino de mecanismos de defensa adquiridos es clave para avanzar. El respeto y la comprensión mutua son herramientas esenciales cuando una pareja atraviesa períodos de silencio ante los problemas.
Las investigaciones coinciden: abrir el diálogo toma tiempo y práctica, pero sus beneficios son duraderos tanto para el vínculo como para el bienestar personal.