La senadora Celeste Amarilla (PLRA) citó la frase atribuida a Maquiavelo: “Dale poder a un hombre y lo conocerás”, aclarando que el poder en sí no es malo, pero que requiere preparación mental, ética y filosófica para ser ejercido sin abusos.
Según la legisladora, en el Senado han llegado personas sin la mínima preparación, que no saben manejar ni el pequeño poder que se les confiere: “Han llegado por azar… son accidentes de la política”, sostuvo.
La senadora recordó casos recientes de nepotismo en el Congreso Nacional, mencionando sueldos millonarios a familiares de legisladores sin que estos cumplan funciones efectivas:
- Alejandro De Jesús Ovelar Ayala, hijo del senador Beto Ovelar: G. 3.300.000.
- Martín Cogliolo Boccia, sobrino de Celeste a cargo del senador Ever Villalba (PLRA): G. 2.700.000.
- Carlos Antonio Zelaya Leguizamón, abogado cercano a la senadora liberocartista Noelia Cabrera: G. 27.656.590
- Iris Rebeca Giménez e Iván Ramiro Giménez, sobrinos de Cabrera: G. 18 y G. 9 millones, respectivamente.
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“Esto es el desparpajo del poder, es emborracharse de un podercito… y con la anuencia de la presidencia del Senado”, criticó, dirigiéndose a Bachi Núñez, titular de la Cámara.
“Lumpen senadores”: un nuevo término para el abuso
En un tono irónico y con referencia a conceptos marxistas, Amarilla acuñó el término “lumpen senadores” para describir a colegas que ostentan lujos desproporcionados para “que el barrio vea que son senadores”, como camionetas millonarias que —según ella— no podrían costear sin su cargo público.
“Urge ponerles límites… No insistan en que todos somos iguales, porque la verdad siempre sale a la luz”, advirtió.
Si bien el Senado no retiró la investidura a Noelia Cabrera, Amarilla afirmó que “el pueblo ya sabe quién es quién”, subrayando que la imagen del Congreso se ve afectada por estos casos. “Dos años bastaron para que se vaya al tacho el prestigio de la señora… y el nuestro con ella”, sentenció.