“Tienen derecho a trabajar” y “son cargos de confianza”, son las principales excusas de los parlamentarios cartistas, sus aliados y varios opositores, quienes esgrimen para justificar casos abiertos de nepotismo.
El número de familiares y nepobabies sube en cada revisión. Desde luego, la ley fue moldeada por ellos mismos para que no sea una ilegalidad. Solo se considera nepotismo ilegal si el titular del Senado o de la Cámara de Diputados tiene a un pariente. A esto se suma que en el Congreso hay formularios especiales (F16) que constituyen un blindaje administrativo porque permite “trabajo remoto” o ausencias.