Pese a que esta mañana ante el pleno el diputado opositor Miguel Martínez pidió disculpas a sus colegas que pudieran haber sentido aludidos por tildar de “colorratas”, los cartistas se pusieron el sayo y rabiosos, dieron entrada al pedido de suspensión del opositor.
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De concretarse, el diputado Martínez sería el segundo suspendido en este periodo, siendo el único castigado previamente el cartista Yamil Esgaib, que fue castigado apenas con 30 días tras exabruptos hacia colegas y periodistas, que casi llegaron incluso a la agresión física.
En el caso de Martínez, el pedido de suspensión es por el doble, 60 días y sin goce de sueldo, para lo cual el cartismo requerirá de mayoría de dos tercios (53 votos en el caso de estar los 80 presentes).
“Pido humildemente disculpas a los amigos que se sintieron ofendidos en mi alocución de la vez pasada”, dijo hoy en la sesión Martínez, y se comprometió a “ir mejorando nuestra participación y también en nuestra propuesta de favorecer al pueblo trabajador e incansable que lucha para vivir”.
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Esta mañana, el vicepresidente 1º de Diputados (en ejercicio de la presidencia), el diputado aliado cartista Hugo Meza incluso no descartó que en vez de la suspensión se plantee la pérdida de investidura, ya que pese a esto último ser sanción mucho mayor, requiero menos votos, pudiendo darse incluso por mayoría simple (la mitad más uno de los presentes).
Salvo que haya una “traición” por parte de sus propios correligionarios del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), no habría votos para su suspensión, ya que Honor Colorado tiene 36 miembros y la bancada aliada cartista (ANR, B) 8, totalizando 44.
Por su parte, no se prestarían los 5 de la bancada colorada disidente de Fuerza Republicana ni los del tercer espacio.
Suplente es su esposa
En el caso de prosperar con la suspensión, el diputado altoparanense Miguel Martínez será sustituido por su esposa, María Fátima Ramírez de Martínez, que es su suplente directa.

Por ello, este mensaje “mafioso” del cartismo busca principalmente acallar a las voces críticas y tenerlas en “chake” permanente por parte de la mayoría cartista y sus satélites.
En contrapartida, esta misma mayoría avaló exabruptos de sus aliados, como el diputado Jatar “Oso” Fernández, que en más de una ocasión protagonizó agresiones verbales y hasta casi físicas a su colegas incluso mujeres, así como también la diputada cartista Cristina Villalba agredió a una funcionaria porque supuestamente estaba filmando la sesión.