Con nulo debate, en apenas siete minutos con 30 segundos, los diputados colorados (cartistas y abdistas) aprobaron dos modificaciones a leyes electorales, incluso pese a la advertencia de que reformaron de forma errónea una ley derogada.
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Se trata de los proyectos de ley que modifica el artículo 130 de la Ley Nº 834/1996 Código Electoral sobre las inscripciones en el Registro Cívico nacional y en el de extranjeros, que faculta a la Justicia Electoral a hacer un “corte administrativo” en el año previo a elecciones municipales.
Por otra parte, también se dio media sanción al proyecto de ley “que modifica los artículos 64, inciso a), 66 y 278 inciso b) de la Ley Nº 834/1996, ‘que establece el Código Electoral’, modificado por las leyes números 4743/2012 y 6167/2018” sobre financiamiento político. Este último el más controversial.
El irracional afán por atropellar con estas reformas por parte del Partido Colorado generan grandes sospechas. Previo al tratamiento, en la etapa de mociones de preferencia, liberales y opositores pidieron postergar por ocho días, fundados en que no tenían dictamen de ninguna de las comisiones especializadas y que dejaron pasar un error tan burdo, como es que con lo aprobado, estarán “modificando” una ley derogada.
Puntualmente, el diputado Marcelo Salinas (PLRA, A) fue el primero en requerir el aplazamiento de ambos proyectos, pero la que más fuertemente con argumentos justificó el pedido de postergación, fue la diputada Rocío Vallejo (Partido Patria Querida).
“Modificaron” una ley derogada
La diputada Rocío Vallejo (PPQ) comenzó recordando que ambos proyectos fueron girados a Comisiones especializadas como Asuntos Constitucionales, Legislación y Asuntos Electorales, las cuales ninguna pudo dictaminar sobre los proyectos, por lo que se valieron para la aprobación de la “omnisapiente” comisión de Equidad Social e Igualdad entre el hombre y la mujer, presidida por la líder de bancada de Honor Colorado, Rocío Abed.
“Existe un error grave que merece una atención por parte de las comisiones. Acá en el acápite modifican dos leyes que ya están derogadas, entonces las modificaciones que plantean (con relación al financiamiento político) son sobre leyes derogadas y no sobre la ley vigente", alertó Vallejo.
La legisladora recordó que la ley vigente es la 6501/20 que modificó y derogó la leyes Nº 4743/2012 y 6167/2018, que fueron las que ellos tocaron. Incluso pese a la advertencia, los colorados se mantuvieron en su postura, y sancionaron el proyecto con dicho error.
El único colorado que intentó poner calma fue el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Roberto González (ANR, Fuerza Republicana), quien consideró válidos los argumentos y acompañó el pedido de aplazamiento a fin de no imponer un manto de dudas sobre ambos proyectos.
“Hay un problema de forma como bien explicó la colega Rocío (Vallejo). Hay leyes derogadas, hay leyes no mencionadas en este proyecto, entonces creo que en nada perjudicaría la postergación por 8 días, adelantando en que estoy de acuerdo con estas iniciativas”, dijo González.
Agregó que incluso podrían aprovechar la postergación para tratar junto con el proyecto que presentó junto a otros colegas, para evitar que el número de lista coincida con el número de orden de los candidatos que la integran, proyecto de ley conocido como “Ley Anti Beto Ovelar”, por ser la figura más tangible de dicho fenómeno.
El diputado Rodrigo Blanco (PLRA, PL) sumó como argumento, que incluso el dictamen del TSJE llegó recién ayer a la noche, por lo que pedía más tiempo de análisis.
“Esto tiene que ver con cuestiones electorales, estamos a puertas de elecciones municipales y tenemos que asegurar entre todos que la confianza se mantenga intacta sobre los procesos electorales”, dijo Blanco.
Con el apuro, Latorre le “retó” a su líder de bancada
En medio del apuro, ya que los opositores intentaron dejar sin quorum, el presidente de la Cámara de Diputados, el cartista Raúl Latorre le retó a su líder de bancada (cartista), Rocío Abed, que traspapeló los documentos que tenía que leer para “argumentar” los proyectos.
“¡Dale Rocío, dale dale!”, se escuchó decir a Latorre, mientras golpeaba la mesa y apuraba a Abed, que confundió el dictamen a leer.