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Berenice Ayelen Sosa Cabrera, hija de Karina Cabrera Zaracho, la cuñada del senador cartista Basilio “Bachi” Núñez suma privilegios gracias al cargo que habría conseguido de la mano de su tío en el Congreso, ya que además de ascender salarialmente de manera meteórica en la institución presidida por su tío, también goza de otros privilegios ajenos a jóvenes que no tienen la “dicha” de contar con un alto cargo en este gobierno.
Berenice Sosa Cabrera figura como adjudicataria desde el año pasado en la “nómina de servidores públicos beneficiados con aranceles preferenciales para cursar estudios en instituciones educativas” del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), lo cual consiste en la exoneración parcial de su cuota.
Según la planilla oficial de dicha institución, obrante en la resolución Nº 54/2025, la misma se encuentra cursando la carrera de arquitectura en la Universidad Americana (privada), en la cual por su condición de funcionaria del Congreso recibe descuentos en las cuotas.

La misma goza de este beneficio desde 2024, es decir, poco después de asumir el cargo en octubre de 2023, cuando ingresó ya nombrada y asignada como “asistente” en la oficina de su tío, “Bachi” Núñez.
El beneficio es aún más escandaloso, ya que no se la puede considerar de escasos recursos, puesto que gracias presumiblemente al favor del senador cartista, a sus 19 años y apenas con título de bachiller ya cobra mensualmente la suma de G. 9.500.000.
Según su última declaración jurada presentada el pasado 3 de marzo (en ocasión a su segunda recategorización salarial), la misma declaró destinar G. 1.100.000 al mes en concepto de gastos por educación, casi lo mismo que paga mensualmente en combustible (G. 1.000.000) y unos G. 500.000 por el seguro de su vehículo.
Sobrina de Bachi, una privilegiada
La situación extremadamente privilegiada de Berenice Ayelén Sosa contrasta diametralmente con la del ciudadano común, el cual sin padrino político o familiar en cargos de poder, con suerte encontrará un primer empleo en el sector privado que le signifique sueldo mínimo (G. 2.798.309, al que hay que descontar el aporte al Instituto de Previsión Social).
Sin embargo, el primer sueldo que percibió Berenice Sosa en el Congreso ya fue superior a G. 4.500.000, aunque luego ya con su tío como presidente de la Cámara, en septiembre del año pasado se le subió a G. 7.100.000, y en enero pasado obtuvo su segundo aumento salarial, llegando a los G. 9.500.000 actualmente.
El MEF había respondido a un pedido de informes del Congreso con relación a estos “aranceles preferenciales”, informando que tenía acuerdos con 25 instituciones educativas, que ofrecían descuentos en las cuotas entre 10 y 50%. Mencionaron que este beneficio “no genera una erogación” para el Estado, sin embargo, la “nepobaby” no gozaría del privilegio si no hubiese sido ubicada en un cargo público.