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El diputado independiente Raúl Benítez, solicitó que el acta de la sesión anterior sea rechazada debido a que existían dudas sobre el sistema de votación por el cual se archivó el pedido de interpelación a la ministra de Salud María Teresa Barán. Esto debido a que en la sesión pasada no quedó claro si el imputado diputado Esteban Samaniego (ANR-HC) votó o no, debido a que, mientras todos los demás presentes en sala lo hicieron con la tarjeta electrónica, el cartista lo hizo a mano alzada. Esta situación fue avalada por el entonces presidente de la Cámara Carlos Arrechea (ANR-HC), pero que fue cuestionado por los opositores.
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Al respecto la diputada Rocío Vallejo (PPQ), explicó que en la sesión pasada solo estaban con el quorum justo, es decir, solo estaban 41 diputados, pero que en el acta aparece la presencia de 71 parlamentarios, por lo cual pidió también sea rechazada el acta o que sea asentado los cuestionamientos en el documento.
De manera prepotente, una vez más el diputado Yamil Esgaib (ANR-HC) pidió que se lea el reglamento, y exigió que se apruebe el acta. Lo secundó el diputado cartista Miguel Del Puerto, quien indicó que un acta solo puede ser rechazada cuando existen dudas y que “ellos no tienen dudas de la votación” por lo cual se aprobó el documento.
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Como los opositores no obtuvieron los votos para rechazar el documento, pidieron entonces que se deje asentado en el acta las observaciones de cada uno de ellos, en especial que no quedó clara la votación, que se violó algunos artículos del reglamento interno de la Cámara Baja.
Al respecto, Carlos Arrechea, presidente, indicó que se va a transcribir “hasta la última letra” de las objeciones realizadas por los diputados, Raúl Benítez, Rocío Vallejo, Rubén Rubín y otros opositores más que cuestionaron el acta.