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Tras meses de angustia, el viernes 31 de marzo del 2017 un grupo de 25 senadores (cuatro de ellos siguen en actividad), por segunda vez, usurpó la presidencia del Poder Legislativo y reunidos a “puertas cerradas” en el subsuelo del Congreso aprobaron un proyecto inconstitucional de enmienda para habilitar la reelección presidencial emulando la dictadura stronista (1954-89).
Este golpe institucional fue orquestado por el entonces presidente Horacio Cartes (2013-2018) y fue respaldado por el exmandatario Fernando Lugo (2008- 2012).
Solo con la movilización ciudadana, la quema parcial del Congreso, el asalto policial al PLRA, el asesinato de Rodrigo Quintana y la intervención diplomática extranjera, Horacio Cartes se vio forzado a renunciar a sus aspiraciones presidenciales.
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El estallido
Tras la sesión mau del Senado, se esperaba que la misma noche o al día siguiente, Hugo Velázquez (ANR), entonces presidente de Cámara de Diputados, sellaría el atropello convocando a sesión y sancionando el proyecto de enmienda. Sin embargo, los golpistas no contaban con la reacción ciudadana.
Todo se salió de control cuando manifestantes llegados desde el PLRA, entre ellos autoridades internas y legisladores, intentaron superar el perímetro y antimotines dispararon balines de goma a quemarropa dejando desfigurado al entonces diputado liberal Édgar Acosta, quien recibió un disparo directo en el rostro.
En las horas siguientes, más ciudadanos, militantes de la oposición e incluso supuestos barrabravas contratados –no se sabe por quiénes– se sumaron a la movilización para defender la joven democracia.
La Policía abandonó la custodia del Congreso a las 19:00, y los manifestantes ingresaron e incendiaron la sede. Estas imágenes recorrieron el mundo y en la mayoría de los casos se destacaba como un símbolo dejar quemar un Congreso para intentar instalar una nueva dictadura.
Cerca de las 20:00, la Policía Montada arremetió para recuperar el acceso al Congreso y se registraron actos vandálicos en el centro.
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Asesinato en el PLRA
En represalia la Policía desplegó una cacería humana en todo el centro capitalino hasta la madrugada, registrándose torturas y violaciones a los derechos humanos no vistos desde la dictadura. Al menos 211 personas, incluidos adolescentes, fueron llevadas a la sede de la FOPE.
La cacería policial culminó de la peor manera, cuando antimotines ingresaron a la sede del PLRA (algo que ni la dictadura de Stroessner se animó a hacer). Uno de los agentes cargaba balines de plomo en su escopeta y mató por la espalda al joven dirigente liberal Rodrigo Quintana.
Desde entonces, todos los responsables políticos están impunes gracias a la Fiscalía. Incluso el entonces ministro del Interior, Tadeo Rojas, hoy es ministro de Desarrollo Social manejando el programa estrella del Gobierno, Hambre Cero.
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Recordarán a Rodrigo
El PLRA homenajeará hoy al dirigente juvenil liberal Rodrigo Quintana, asesinado por la Policía en la madrugada del 1 de abril del 2017 dentro de la sede partidaria, horas después de la quema del Congreso.
El primer acto será a las 9:00, en la sede del PLRA, donde se harán una representación teatral, una breve conmemoración en su memoria y un traslado simbólico en busca de justicia.
El segundo acto será en el Palacio de Justicia a las 10:00 donde se aguardará la llegada simbólica de Rodrigo Quintana.
Harán uso de la palabra don Fidelino Quintana, padre de Rodrigo, y Édgar Acosta, exdiputado herido de gravedad por los disparos de la policía.
Se exigirá la transmisión pública del juicio oral que actualmente se hace a puertas cerradas; se pedirá el ingreso y preservación de la memoria de Rodrigo y la causa del 31M en el Museo de la Justicia y el Archivo del Terror, para que estos hechos no se repitan nunca más.