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Ayer la sesión ordinaria de Diputados se levantó por falta de quorum tras tratarse apenas el primero de los 13 puntos que tenían en el orden del día.
Era el “salvataje” a la ministra de Salud, María Teresa Barán del pedido de interpelación en su contra, en una votación muy ajustada que motivó una fuerte pelea, ya que diputados de la oposición alegaban que un voto -clave para llegar al quorum mínimo- fue agregado fuera del tiempo de votación, mientras que los cartistas ratificaron la “legalidad” del procedimiento y, de hecho, así lo dejaron asentado en el acta, haciendo prevalecer su mayoría.
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La confrontación se dio porque en la votación digital se registraron solo cuarenta votos, faltando uno para el quorum mínimo (41 presentes).
Sin embargo, el presidente interino de la Cámara Baja, el diputado colorado oficialista Carlos Arrechea señaló que, como es costumbre, se tuvo en cuenta el voto a viva voz del diputado cartista Esteban Samaniego -el Nº 41-, que corriendo fue traído de la sala contigua para tratar de evitar el levantamiento de la sesión.
De todos modos, el rechazo de la interpelación a Barán se considera consumado, ya que no se conseguirán los 41 votos a favor para que prospere.
Lo que reclama la oposición es que no se haya respetado el reglamento, por más que, de todas maneras, el cartismo tenía los votos para imponer su salvataje a la ministra de Salud.
“Así como vemos, ellos van a aceptar nomás el acta. De todas maneras, en la siguiente sesión vamos a dejar constada nuestra posición, de que se tiene que rechazar el acta, teniendo en cuenta que existía una duda. El reglamento dice que cuando existe una duda en la votación, se tiene que repetir. En este caso, no se ha permitido llevar adelante esa segunda votación por parte de esta bancada (Cartista) que igual iba a rechazar e iba a tener los números”, dijo el diputado Raúl Benítez (Independiente).
Rige la “Ley de la selva”, afirman
A consecuencia de esto, el diputado opositor hoy acudió con una remera “acorde a la ocasión” a la reunión de líderes de bancada, donde se fijó el orden del día para la sesión del próximo martes 1 de abril. “¿Cuál es el límite? ¡Carajo!”, se preguntaba en la camiseta.
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“Esta es la regla hoy, estamos en una jungla. Hoy acá manda la ley de la selva, donde el más -entre comillas- fuerte sobrevive y donde los que tienen las armas, los recursos y los números están por encima de la ley y llevan adelante como quieren la dinámica del Congreso”, dijo Benítez.
Remarcó que el mensaje de su remera no es solo contra los abusos de la mayoría en el Congreso, sino también del propio gobierno de Santiago Peña.
“En este lugar y como gobierna Peña y en Diputados y Senadores, nos damos cuenta de que no existe un límite. Así como no existe un límite para una enorme sobrefacturación con el tema pupitres, no existe un límite a cómo se llevan los debates en Cámara de Diputados, los niveles de proteccionismo a gente del crimen organizado. Vemos un gobierno que no tiene un solo límite”, finalizó.