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Semanas atrás, el presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), Horacio Cartes, señaló que la concejala municipal de Ñemby Gianina Ramírez será la próxima intendente de la ciudad. El anuncio de esta candidatura generó molestias en el seno del coloradismo de la localidad.
En respuesta, un grupo de “ciudadanos de Ñemby, afiliados al Partido Colorado, un concejal municipal, miembro de seccionales, convencionales y exconcejales” dirigió una nota a Cartes, para dirigir su “firme protesta y más enérgico repudio” por su “actuación parcial” a favor de dicha concejala.
“Esta conducta no solo resulta injusta, sino que vulnera los principios de equidad y transparencia que deben regir la labor de un líder democrático y el cumplimiento de los estatutos de la ANR”, expresaron los colorados.
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Recordaron la ley que regula el financiamiento político, que prohíbe apoyar con recursos y bienes del partido político a cualquier movimiento en elecciones internas. También mencionaron el Reglamento Electoral de la ANR, que establece que los apoderados de los partidos tendrán intervención durante todo el proceso electoral de las internas.
Cuestionan a Cartes por imponer candidatura
Agregaron que Cartes, al nombrar a la concejala como próxima intendenta, “asumió funciones que corresponden exclusivamente al Tribunal Electoral Partidario, proclamando anticipadamente una precandidatura sin que aún se haya llevado a cabo la contienda electoral interna”.
Además, agregaron que el mismo Cartes anunció que la candidata contará con el respaldo del Presidente y del Partido, lo cual lo saca de su neutralidad siendo presidente de todos los Colorados. Calificaron de esa práctica como “totalmente inadmisible”.
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En ese contexto, solicitaron a Cartes que solicite permiso o dé un paso al costado para dedicarse exclusivamente a su movimiento interno, Honor Colorado.
“Como alternativa, podría delegar la gestión de su movimiento interno y abstenerse de mezclarlo con la conducción institucional del partido. De esta manera, la Asociación Nacional Republicana podrá ser conducida por una persona que represente los intereses genuinos de todos los afiliados”, enfatizaron.
Finalmente, consideraron que la ANR es una “asociación de hombres y mujeres libres, comprometidos con los principios republicanos y democráticos, y no debe ser utilizada para favorecer intereses personales o sectarios”.