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En la red social X, la excandidata a la vicepresidencia de la República por el sector opositor Soledad Núñez compartió una reflexión con respecto a la actualidad política y a las medidas del gobierno cartista, a partir de una consulta que le hizo a la inteligencia artificial.
“Le pregunté a la inteligencia artificial: Si fueras un grupo político que controla el poder y todas las instituciones de un país, ¿qué estrategias utilizarías para seguir concentrando poder y mantener a la población anestesiada, sin reaccionar?”, fue lo que posteó.
La respuesta de la IA fue sorprendentemente similar a varias condiciones de la actualidad política y a las medidas tomadas por el gobierno cartista de Santiago Peña.
En esta nota te contamos algunas de las respuestas y las similitudes con nuestra realidad.
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Sole Núñez y la IA: requisitos para una “tiranía de manual”
Según la publicación de Soledad Núñez, la inteligencia artificial le respondió con diez ítems fundamentales para la concentración del poder y el mantenimiento de la quietud de la población.
- Control de medios de comunicación: Dominar los medios de comunicación masivos para difundir propaganda favorable al gobierno, minimizar o distorsionar las noticias críticas, y saturar a la población con entretenimiento superficial que distraiga de los problemas reales
- Manipulación de la información y desinformación: Promover campañas de desinformación para confundir a la ciudadanía, generar desconfianza en las voces críticas y crear una narrativa en la que cualquier alternativa al partido gobernante parezca caótica o peligrosa
- Populismo y clientelismo: Mantener una red de favores, subsidios y ayudas directas a sectores vulnerables a cambio de lealtad y votos, generando dependencia del gobierno y limitando la motivación para exigir cambios estructurales
- Reformas superficiales y promesas vacías: Realizar reformas cosméticas o anunciar grandes planes de cambio sin llevarlos a cabo, dando la impresión de que se están abordando los problemas sin realmente resolverlos
- Represión selectiva: Aplicar medidas de represión contra líderes opositores, activistas y periodistas, ya sea mediante amenazas, juicios injustos o presiones económicas, para intimidar a quienes intenten desafiar al poder
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- Promoción de la desunión en la oposición: Infiltrar o sembrar discordia dentro de los movimientos opositores para fragmentarlos, debilitarlos y hacer que parezcan incapaces de ofrecer una alternativa viable
- Distracciones periódicas: Crear distracciones con escándalos controlados, eventos mediáticos, o crisis artificiales que desvíen la atención de los problemas más graves y urgentes del país
- Uso del miedo y la inseguridad: Exagerar amenazas internas o externas para mantener a la población en un estado de miedo, promoviendo la idea de que solo el gobierno actual puede garantizar la estabilidad y la seguridad
- Trabas burocráticas y obstáculos legales: Complicar y retrasar cualquier intento de reforma o cambio por parte de la oposición mediante el control del Poder Judicial y los órganos regulatorios, haciendo que los procesos legales se hagan interminables
- Educación deficiente: Mantener un sistema educativo débil y con escasos recursos que no forme ciudadanos críticos ni informados, perpetuando la apatía y la falta de movilización social
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¿Qué haría una tiranía con las empresas y la sociedad civil?
Núñez también le preguntó a la IA qué haría con las empresas y con las organizaciones de la sociedad civil. Esto fue lo que le respondió:
- Cooptación de empresas: Ofrecer contratos gubernamentales, incentivos fiscales o beneficios exclusivos a empresarios y compañías a cambio de lealtad política. Crear un entorno en el que las empresas dependan económicamente del gobierno limitando así su disposición a criticar.
- Regulación y presión selectiva: Utilizar organismos reguladores para ejercer presión sobre empresas que se oponen al gobierno o que financian movimientos opositores. Castigar a quienes no se alineen con los intereses del poder.
- División y manipulación de cámaras empresariales: Influir en cámaras de comercio y asociaciones empresariales para sembrar divisiones internas, promoviendo líderes alineados con el gobierno y debilitando cualquier voz crítica.
- Monopolio económico y captura de mercado: Utilizar el control político para consolidar monopolios o cuasi-monopolios en sectores estratégicos de la economía, limitando la competencia y asegurando que las principales fuentes de riqueza y de empleo dependan del grupo en el poder.
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- Asfixia financiera y burocrática a organizaciones de la sociedad civil: Restringir el acceso a fondos internacionales, aplicar trabas burocráticas y auditorías interminables a organizaciones que critican al gobierno, haciéndoles difícil operar y movilizarse.
- Legislación restrictiva: Promulgar leyes que limiten la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil para recibir fondos, realizar manifestaciones o participar en actividades políticas. Crear un marco legal que criminalice la protesta o el activismo.
- Difamación y desprestigio público: Difundir campañas de desprestigio contra líderes empresariales y activistas que critiquen al gobierno, acusándolos de estar al servicio de intereses extranjeros o de buscar desestabilizar el país. Manipular a la opinión pública.
- Organización de eventos y mesas de diálogos controladas: Crear espacios de “diálogo” con las empresas y organizaciones de la sociedad civil que en realidad son pantomimas controladas, usadas para desviar la atención de problemas reales y dar una apariencia de apertura sin realizar cambios efectivos.
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La excandidata señaló que esto le respondió la IA sobre tácticas que permiten al Gobierno mantener a las empresas y organizaciones de la sociedad civil en un estado de sumisión, dependencia o parálisis, minimizando así cualquier potencial de resistencia o presión para un cambio real.
“Por suerte es solo la opinión de la inteligencia artificial y está muy lejos de la realidad”, dijo Núñez con evidente ironía.