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El plan Sumar encarado por instituciones de los ministerios de Salud, Interior y Educación, está enfocado en la rehabilitación y reinserción de personas afectadas por adicciones. Sin embargo hasta el momento no hay un lugar pagado por el Estado donde se pueda internar a los adictos.
Pese a que el presidente Peña habló de unos G. 27.000 millones destinados para el proyecto, que se consiguió a través de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), las instituciones como la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y el departamento Antinarcóticos de la Policía no tienen un lugar a donde derivar a los jóvenes adictos detenidos en el marco del combate al tráfico de drogas, especialmente el crack, la cocaína y la marihuana.
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La única institución estatal que funciona actualmente es el Centro Nacional de Adicciones, que en realidad solo es un lugar de desintoxicación con capacidad limitada para internados. La Senad tiene un local para el tratamiento de adictos en la ciudad de Piribebuy con capacidad para albergar a 30 pacientes, pero hasta el momento no funciona por falta de presupuesto. La institución también tiene previsto otro lugar de tratamiento exclusivamente para mujeres en Paraguarí, pero por la falta de dinero, se quedó el proyecto, confirmaron.
En la parte preventiva, la situación es la misma tanto para la Senad como para el departamento Antinarcóticos de la Policía, los funcionarios que se dedican a realizar charlas lo hacen con recursos propios. Como los agentes de la Senad que dan charlas son muy pocos, estos capacitan a docentes para que estos puedan hablar a sus alumnos.
Antinarcóticos de la Policía tiene su regional en cada departamento del país, en estas oficinas también tienen personal preparado para las jornadas prevención en las instituciones educativas, pero tampoco tienen rubro, lo que les impide ejercer el trabajo adecuadamente.
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Microtráfico gana terreno
Mientras tanto, la distribución al menudeo de las drogas va ganando fuerza y a estas alturas ya se tiene un foco de distribución de crack hasta en las localidades más recónditas del país incluyendo el Chaco. El consumo de esta droga convierte a los adolescentes y jóvenes en los principales actores de la inseguridad ciudadana, ya que la droga limita su capacidad laboral y la única forma de conseguir dinero para seguir consumiendo en la delincuencia, que ha enlutado a familias enteras.
La aparente complicidad de efectivos corruptos de la Policía también contribuyó en gran medida a la rápida expansión de este mal de las manos de los principales líderes de las organización criminal clan Rotela, quienes utilizaron por un largo periodo la cárcel de Tacumbú como base de operaciones.
En la madrugada del 18 de diciembre del 2023, en la operación Veneratio, los organismos de seguridad irrumpieron en la cárcel y desalojaron a los criminales, quienes fueron llevados a otros centros penitenciarios.
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Como si todo esto fuera poco, en diciembre van a egresar unos 5.000 suboficiales con escasa formación, debido a que por la premura de poner más uniformados en las calles estos solo tendrán apenas ocho meses de instrucción. Esta situación incomoda a altos efes de la institución pues por el corto plazo es imposible fomentar los valores de buen policía en estos aspirantes.