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- ¿Cuál es su nacionalidad?
- Alemana. Vivo desde hace ocho años en la región. Soy director del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina de la Fundación Konrad Adenauer con sede en Montevideo. Fui representante de la fundación en Lima, Perú. Trabajé en la ONU en Nueva York, en el Parlamento Europeo en Bruselas, en el Bundestag alemán y en la Universidad Libre de Berlín.
- Entonces fue testigo de muchos cambios y convulsiones en la región en todo este tiempo...
- Sí, he trabajado ya antes en América Latina. Estoy observando la región de 20 años a esta parte prácticamente.
- ¿De qué parte de Alemania?
- Del suroeste, del lago de Costanza, en la frontera cono Francia, Austria y Suiza.
- La “Galaxia Rosa.” ¿De qué se trata?
- Es un análisis sobre la penetración de este Foro de Sao Paulo en América Latina, los neocomunistas. “Galaxia Rosa” es un término que introduzco con el libro. Tiene su semejanza con la “Marea Rosa.” Así se distinguía a los distintos Gobiernos de izquierda que al inicio de los años 2000 comenzaron a tener éxito electoral: Hugo Chávez, Michelle Bachelet en Chile, Tabaré Vázquez en Uruguay pasando por otros regímenes o gobiernos autoritarios como Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia... Como “Marea Rosa” se identificaba tanto a Gobiernos autoritarios de izquierda como a Gobiernos con legitimidad democrática. Lo que yo digo es que 20 años más tarde estamos frente a una “Galaxia Rosa” de organizaciones donde colaboran entre sí fuerzas políticas con legitimidad democrática con fuerzas autoritarias. Es una plataforma de apoyo a dictaduras y regímenes autoritarios.
- Todos ganaron elecciones...
- Así es. Al inicio, todos esos Gobiernos en su momento ganaron elecciones. Varios de ellos llegaron al poder para convertir a sus Estados en regímenes autoritarios y en algunos casos en dictaduras. Hay una red internacional que une a esos actores democráticos con actores autocráticos. Los actores autocráticos de la Galaxia Rosa usan para sus fines a los actores democráticos.
- ¿Porqué el comunismo no cayó con “El fin de la historia” como predijo Fukuyama?
- Es llamativo que cuando cae el Muro de Berlín nace el Foro de Sao Paulo como espacio de reflexión de movimientos y partidos de izquierda para repensar a la izquierda. Partidos y movimientos afiliados al Foro de Sao Paulo están en el Gobierno en 13 países de América Latina...
- Antes de Javier Milei en Argentina eran 14...
- Es la organización más fuerte que existe en América Latina en este momento. Existen otros espacios también que nacieron y que hoy forman parte de la Galaxia Rosa.
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- ¿Cuáles?
- Yo menciono el Grupo de Puebla que nace en el 2018 como una unión activista de organizaciones y personas. Está la Internacional Progresista y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Todos ellos tienen algo en común, no una finalidad democrática por mucho que puede haber demócratas adentro. Para ellos no existe la democracia liberal. Para ellos la democracia es un medio para captar el poder y crear la sociedad socialista. Hablan más bien de transformar la democracia en una democracia más radical, más participatoria, directa, como la que usó el chavismo para deconstruir el Estado venezolano y la internación de un régimen autocrático, que es en el fondo por donde va también las intenciones de la Galaxia Rosa.
- Estos espacios claramente no son democráticos...
- No. Es más, se difunden las narrativas de la dictadura cubana. Cuba es una especie de Vaticano socialista cuyos dogmas no se cuestionan. No hay ningún tipo de críticas a violaciones de derechos humanos en Cuba o Venezuela o Nicaragua, lo que al final está dando oxigeno y legitimación internacional a estos regímenes autocráticos.
- Reivindican a Putin, Pekín (Beijing) y repudian a Estados Unidos..
- Eso viene sobre todo en la última década. Es una creciente influencia de actores externos en toda esa estructura transnacional: desinformación a través de los canales rusos, manipulación y difusión de mentiras, de narrativas geopolíticas, ahora por ejemplo en el contexto de la Guerra de Ucrania o en el contexto también del Ataque de Hamas a Israel y de la Guerra en Gaza. Denuncian una supuesta agresión de la OTAN, una supuesta presencia de neonazis en Ucrania, campañas con consignas tales como “desde el río hasta el Mar” (que el territorio de Palestina abarque desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo), que no es otra cosa que negar la legitimidad del Estado de Israel. Se ve en todo esto una muy cercana relación entre los actores latinoamericanos de la “Galaxia Rosa” y los regímenes de Moscú y Beijing.
- Está Irán también...
- Uno puede preguntarse cómo podría congeniar la defensa del feminismo que hacen los espacios de izquierda con la teocracia de Irán que niega todo tipo de derecho de las mujeres, o con Rusia que también tiene políticas muy conservadoras en el plano social. La respuesta es sencilla. Tienen un enemigo en común que ellos definen como “imperialismo norteamericano” y “neoliberalismo.” Ellos hablan de imperialismo solo con relación a Estados Unidos. No están hablando de imperialismo ruso que se ha metido muy fuerte en Nicaragua pero también en México o Colombia. No le llaman imperialismo a su influencia en Cuba y Venezuela. No se habla de imperialismo a los monopolios de China en varios países de la región y la extorsión que ejerce en el plano económico peligrando incluso la soberanía en áreas estratégicas. Se trata de una visión absolutamente ideologizada y sesgada de las relaciones internacionales.
- El campo está abonado por el desgaste de la democracia, la corrupción de los Gobiernos...
- En los últimos 20 años se han observado dos fenómenos paralelos en Latinoamérica. El primero, la baja notoria de la calidad democrática. Eso se muestra en todas las encuestas como Latinobarómetro. El segundo fenómeno es la presencia masiva de gobiernos de izquierda. Creo que hay una clara conexión entre ambos fenómenos. Ahora, creo que hay una técnica de varios de estos gobiernos para parar o cerrar el espacio democrático, uno es destruirlo desde adentro. Ya no son golpes de Estado como antes. Son elecciones primero y después se dedican a erosionar la democracia.
- ¿Cómo se opera?
- Deslegitimando con acciones y con palabras o pronunciamientos públicos a las instituciones del Estado, al sistema de justicia al cual acusan de ponerse de un lado; hablan mal de los partidos, del Congreso. Muchas veces también implica actos de violencia tolerada o mandada directamente por actores de la Galaxia Rosa. Una vez erosionada la democracia y las instituciones, entonces proponen una especie de golpe redentor como una nueva Constitución que lleva al nuevo espacio autocrático, una nueva institucionalidad. Hemos visto esto en Ecuador, Bolivia, Venezuela. Hemos visto intentos de hacer esto en Chile...
- En Chile fracasó...
- Claro. En Chile fracasó porque hubo mucha resistencia en la sociedad civil. Se rechazó a través de un referéndum. Vemos otros intentos de erosión de la institucionalidad democrática en México y Colombia, donde los gobiernos se concentran en atacar a la justicia y a los organismos internacionales.
- ¿Cómo entra a tallar Javier Milei y la derecha en esta coyuntura?
- Es la reacción a la Galaxia Rosa. Milei, en política exterior muestra una clara orientación hacia las democracias liberales, hacia Estados Unidos, hacia Europa. A diferencia de su antecesor Alberto Fernández, obviamente Milei está rechazando a los actores de la Galaxia Rosa pero también está dando mucho menos fuego a los actores autoritarios internacionales. Más allá de lo que se le puede criticar, la irrupción del Gobierno de Milei es algo positivo para la democracia...
Confrontación
- Ya hubo una confrontación fuerte con el presidente socialista español, un defensor de los Kirchner...
- No podemos olvidar que la escalada de provocaciones empezó el Gobierno español que ha dicho por intermedio de uno de sus ministros que Milei era un drogadicto. Considero muy peligroso lo que está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez. En la práctica es la continuación de políticas que empezaron con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, miembro del Grupo de Puebla y de la Galaxia Rosa. Hemos visto también a Lula negando la responsabilidad de Putin en la matanza del opositor ruso Navalny. Hemos visto a Gustavo Petro que prefiere que las armas terminen como chatarra en Colombia antes que entregar a Ucrania. Hemos visto a Manuel López Obrador criticando a Occidente por armar a Ucrania y hemos escuchado a Petro diciendo de que lo que está haciendo Israel en Gaza es parecido al Holocausto.
- ¿En qué medida cree que las redes facilitan para conseguir su objetivo?
- El odio de la izquierda tiene una ventaja frente al demócrata en las redes pero no puede sostener por mucho tiempo su fracaso con las promesas de cambiar todo, de que van a eliminar la pobreza. Sus resultados en muchos casos son nefastos en términos económicos, en términos de bienestar de las personas. Son nefastos en términos de libertades: libertad de expresión, de prensa, libertad de emprender. También son nefastos por el tribalismo político con alta polarización que fomentan en la sociedad, donde las personas ya no se hablan y donde la verdad cuesta mucho después reconstruir.
- ¿Cómo hacerle frente?
- Frente a la Internacional autoritaria, lo que tenemos que hacer es tener una Internacional demócrata, donde los demócratas que creemos en la libertad y la democracia converjamos con principios claros. Nosotros, con 30 organizaciones hemos formado el espacio Foro América Libre. Su segunda edición se celebrará en noviembre. Queremos desde ahí mandar una señal de que somos muchos y que somos más serios los que creemos en la libertad y la democracia denunciando todos los atropellos contra los derechos humanos, los atropellos contra las libertades de los actores de la Galaxia Rosa.
Creo que tenemos que construir alternativas desde la libertad y la democracia. Eso estamos haciendo con la Fundación Konrad Adenauer trabajando con los partidos políticos. Es un trabajo que se ve mucho menos y que se escucha menos que los gritos de los populistas pero es un trabajo de construcción de tejido democrático que ojalá traiga sus frutos en el futuro
- ¿Qué consecuencias le ve a esa violencia verbal creciente entre los Presidentes ideológicamente enfrentados?
- Con eso se estimula el fortalecimiento del tribalismo político. La gente ve a los de su lado como los buenos y a los otros como los malos. Acicatea a la polarización en general y francamente no solamente creo que merma un poco las relaciones entre países sino también un poco la institucionalidad de los cargos, por lo cual, eso lo veo bastante crítico, por mucho que obviamente, eso también hay que ver, muchos de esos conflictos son para consumo interno, para la propia barra.
Ecuador: El caso Glass
- Hay que ver la situación en su conjunto, no solo mirar la acción de la policía ecuatoriana que entró a buscar a Glass de la sede diplomática. Hay que considerar también el tipo de personaje que es Jorge Glass. Es una persona sancionada por delitos de corrupción en el caso de Odebrecht. Se lo acusa de haber cobrado muchos millones de dólares cuyo asilo no tiene nada de asilo político.
Por mucho que el Grupo de Puebla dice que hay un lawfare (acción judicial emprendida como parte de una campaña en contra), en realidad México lo estaba ayudando a evadir la justicia de su país. Eso también es muy cuestionable.
- El tema Brasil. Cómo eligen de nuevo a Lula a pesar de todos los delitos que le endilgaron...
- Mi impresión es que el voto por Lula fue sobre todo un voto contra Bolsonaro y contra la agenda muy divisiva frente a la sociedad y francamente también una idea bastante ignorante por ejemplo frente a la pandemia que ha causado mucho daño a Brasil. Es más un castigo para Bolsonaro que un halago para Lula Da Silva que, simplemente gracias a la maquinaria del Partido de los Trabajadores, digamos, era la persona que tenía la mejor posibilidad de derrotar a Bolsonaro. Ahora, me sigue pareciendo increíble que después de todo el Lavajato, de alguna forma Lula tenga estos éxitos. Pero eso confirma una vez más que en política no hay muertos.