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El legislador comunal Elizardo González Cáceres había sido detenido por la policía civil del vecino país el 10 de octubre del año pasado en la ciudad de Sete Quedas Mato Grosso do Sul, a raíz de una operación encubierta que reveló la participación del político en la venta ilegal de armas.
Según la investigación de las autoridades brasileñas, González ofrecía armas en grupos de WhatsApp. Entró en contacto con él un uniformado que simuló ser un comprador y le compró un revólver calibre 38 y una escopeta calibre 12.
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Desde Brasil, donde estaba en la cárcel, González pidió permiso a sus pares de la Junta Municipal por 90 días. Al quedar liberado, volvió a Paraguay, pero fuera del tiempo concedido por sus colegas, a pesar de lo cual fue reincorporado con todas las atribuciones como legislador titular.
González recuperó su libertad tras el pago de una fianza de 6 mil reales, lo que está permitido por la legislación brasileña. Sin embargo, no podría salir de Brasil ni ausentarse de la dirección que fijó en el territorio vecino por más de 8 días, sin autorización judicial, según la condena.
La presidenta del cuerpo legislativo, Sara Sarubbi, no quiso brindar declaraciones a la prensa del porqué González fue reincorporado, ya que su regreso se produjo luego de los 90 días establecidos en el permiso.
Lo había sustituido mientras duró su ausencia el edil suplente de su mismo partido Arnaldo Ayala González.
Según fuentes de la propia Junta, existió una fuerte negociación política para que el condenado en Brasil volviera a ocupar su banca supuestamente a cambio de seguir en la línea del ejecutivo Carlos Vicente Riveros (ANR), quien se maneja en su distrito sin ninguna oposición.
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Una vez que la condena quede firme y ejecutoriada, Elizardo González Cáceres deberá purgar en una cárcel de Brasil una pena de 12 años y seis meses. Además, fue condenado a pagar 144 días de multa equivalente al salario del tiempo en que ocurrió el hecho.