Insólita defensa sobre “jefa de cafetería” que gana millones en Diputados

Con débiles argumentos que indignan más a la ciudadanía se intentó ayer justificar en la Cámara de Diputados la existencia de una “jefatura de cafetería” por la que se pagan G. 13 millones al mes y que tiene una sola subordinada. La población sigue soportando callada el trago amargo de sostener clientela política.

Arsenio Villaverde, director de Servicios Generales de la Cámara de Diputados y superior de la “jefa de cafetería”.
Arsenio Villaverde, director de Servicios Generales de la Cámara de Diputados y superior de la “jefa de cafetería”.Gentileza

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El director de Servicios Generales de la Cámara de Diputados, Arsenio Villaverde, intentó defender sin mucho éxito la existencia de una “jefa de cafetería” en la Cámara Baja, cargo que tiene la funcionaria permanente Virina Burgos de Insfrán, quien percibe mensualmente 12.927.770 guaraníes en concepto de salario y bonificaciones.

“Ella es la jefa de cafetería que es la que provee cocido, café en las salas de sesiones, en las audiencias públicas y las reuniones y ella es la que se encarga de todo eso”, expresó Villaverde, quien se excusó de ahondar mucho acerca de las referencias que hay sobre la funcionaria, ya que él recién asumió el cargo en septiembre último.

Al ser insistido, el director de área y jefe directo de Burgos alegó que ella como encargada de su dependencia, “tiene una responsabilidad bastante grande, ya que está hasta altas horas y hace el café” para casi todo el Congreso.

Comentó que ya es una funcionaria antigua y que supuestamente normalmente excede su horario de trabajo.

De 6:00 a 12:00 en teoría tendría que ser (su horario), pero ella a veces se queda hasta las 17:00 porque ella es la que se encarga de toda la provisión. A veces tenemos audiencia pública o sesiones hasta tarde”, refirió.

Raúl Latorre, presidente de la Cámara de Diputados.
Raúl Latorre, presidente de la Cámara de Diputados, y a la derecha, Máximo Medina, director interino de Recursos Humanos.

Una jefa para una subordinada en cafetería

Sin intención de cuestionar las funciones que pueda o no cumplir Burgos de Insfrán, lo que se podría reprochar es la necesidad de designar un “jefe” de cafetería y sobre todo el salario elevado, el cual incluso no alcanzan algunos funcionarios con grado académico terciario o profesionales del sector privado.

“Ellos están entre dos personas ahora en cafetería. Anteriormente estaban entre tres, pero ahora están dos”, indicó Villaverde, lo que implicaría que la “jefa” tiene apenas una subordinada a su cargo.

Al ser consultado respecto a cómo cubren actualmente la provisión de las infusiones, atendiendo a que la funcionaria está de vacaciones según Villaverde, este comentó que “está la otra compañera y en Servicios Generales tenemos gente que nos ayudamos entre todos”.

La labor de la funcionaria culmina con la elaboración, ya que de la distribución se encargan los mozos de la Cámara.

Más de G. 100 millones para el café

En mayo del año pasado, aún durante la gestión del anterior presidente de Diputados, Carlos María López (PLRA, PL) se adjudicó una licitación por insumos para cafetería por un total de G. 104.582.300.

La mayor parte de ese monto se adjudicó a la empresa In Design S.R.L., a la cual se habilitó el pago de hasta G. 91.170.000 por la provisión de una marca argentina de café y paquetes de galletitas de salvado nacionales.

Por su parte, la proveedora Jorgelina Rosalba Duarte de Jorolín fue adjudicada por un monto de G. 10.795.300 para suministrar edulcorante y leche en cartón para cortar el café.

Todo esto se suma al despilfarro a través de un rosario de casos de presunto nepotismo que salpican a la mayoría de los legisladores de ambas Cámaras del Congreso.

Pedido formal ante evasivas del director de RR.HH. de Diputados

Periodistas de varios medios acreditados en la Cámara de Diputados, incluido el de ABC, presentaron ayer una nota formal al presidente de la Cámara, Raúl Latorre (ANR, HC), para pedir que el director interino de Recursos Humanos, Máximo Medina, responda los reiterados pedidos de aclaratoria ante los casos de presunto nepotismo que afectan a la institución.

El funcionario cobra casi G. 30 millones al mes y evade a la prensa, pese a que está obligado por ley a rendir cuentas a la ciudadanía.

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