El atentado se produjo a las 11:04 de ayer, cuando ocho sicarios armados con pistolas y fusiles atropellaron el local del supuesto empresario Wilson Fernandes Goncalves, brasileño, naturalizado paraguayo, de 59 años de edad, alias Chero, quien estaba adentro en una oficina, pero protegido por cuatro guardias civiles que permanecían en el patio.

El inmueble atacado queda en la colectora Campeones del 65 casi avenida Rubio Ñu, en paralelo a la Ruta PY05, en la entrada al centro de Pedro Juan Caballero, la capital del departamento de Amambay.
Los criminales llegaron al lugar en dos automóviles, un Fiat Siena robado en Brasil y Nissan Versa alquilado en Brasil.
Los matones usaban pasamontañas y chalecos tácticos con la inscripción de Senad.
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Ni bien entraron al patio, empezaron a disparar sus armas, pero fueron repelidos también inmediatamente por los guardias civiles que estaban adentro, lo que a su vez provocó que los atacantes literalmente salieran corriendo, dejando abandonados incluso los dos coches, dentro de los cuales tenían bidones con combustible.

El que era el cabecilla de los sicarios no tuvo tiempo de salir a la calle, porque fue derribado a balazos por los guardias civiles y terminó capturado por ellos.
Se trata del paraguayo Jaime Verón Florentín, de 31 años, quien ya había sido herido de bala el 21 de setiembre de 2023 en un atentado en Pedro Juan Caballero en el que fue asesinado su jefe, Charles González Coronel, quien era hijo del famoso narcotraficante Clemencio González Giménez, alias Gringo González, quien a su vez fue también eliminado el 5 de mayo de 2024 en la misma ciudad.
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Minutos después del tiroteo, efectivos de la Policía Nacional capturaron a otro de los supuestos atacantes, el paraguayo Marcelo Ariel Zamudio Benítez, paraguayo, de 27 años, luego de que este se deshiciera en la calle de su equipo táctico y armas.
Por disposición del fiscal Emilio Daniel Álvarez Maldonado, los cuatro guardias que salvaron a Chero también quedaron detenidos.

Estos son Hugo Reinaldo Ruiz Gómez, de 45 años; Benjamín Ayala Sosa, de 42 años; Juan Ramón Vega Páez, de 29 años, y Diego Marcelo Moreira Escobar, de 29 años.
Sicarios los tenían vigilados en tiempo real
En el celular del sicario que fue capturado herido, Jaime Verón Florentín, los funcionarios de la Fiscalía encontraron una aplicación mediante la cual él veía en tiempo real el “escritorio” del brasileño Chero, gracias a las imágenes proyectadas por unas cámaras de seguridad instaladas en un negocio contiguo.
A raíz de esto, el fiscal dispuso también la detención de los técnicos que instalaron esas cámaras, Luis Carlos Aldana Agüero, de 33 años, y Miguel Rosalino Candado Villalba, de 48 años, quienes le habrían dado al sicario la contraseña para vigilar a su objetivo.
Policía advirtió de posible atentado contra Fernandes Goncalves
Un informe confidencial del 18 de julio pasado, emitido por la Dirección General de Inteligencia Policial (DGIP), ya advertía que Wilson Fernandes Goncalves, alias Chero, podría ser víctima de un atentado.
De hecho, en el documento, la Policía incluso ya adelantó que uno de los que estaba organizando el ataque era el ahora detenido Jaime Verón Florentín.

Otro que supuestamente estaba involucrado en la planificación, según el memo, era Ronald Javier Núñez Leguizamón, de 28 años, preso por el séxtuple homicidio perpetrado el 11 de enero pasado en la estancia Ideal del distrito de Cerro Corá, perteneciente al supuesto narcotraficante ahora prófugo Marciando Denis Torales, de 55 años, alias Chui.
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Aquel ataque contra la estancia de Chui habría sido en represalia por el asesinato de Gringo González.
El documento confidencial también hablaba del exmilitar Robson Adilson Villalba Giménez, de 33 años, supuesto apoyo logístico.
El caso Prosegur
El objetivo de los sicarios, Wilson Fernandes Goncalves, alias Chero, figura en varias investigaciones de la Policía y la Senad desde hace varios años, como supuesto narcotraficante.
Supuestamente, era un testaferro de Jarvis Chimenes Pavão y se habría quedado con algunas de sus propiedades, por lo que también aparentemente recibía amenazas de parte del capo que está preso en Brasil.
Chero llegó a ser investigado como probable organizador del megaasalto contra el local de Prosegur de Ciudad del Este, ocurrido entre el 23 y 24 de abril de 2007.

Cuando eso, unos 50 hombres del PCC robaron 11.720.255 dólares luego de tomar la ciudad y de matar a un policía que custodiaba el local de Prosegur.
Los cabecillas del PCC que comandaron el golpe en Ciudad del Este fueron Alex Sandro Magalhaes dos Santos (condenado en Brasil) y Diego Santos Silva (abatido por la Policía Federal de Brasil), quienes justamente visitaron a Jarvis unas semanas antes en la Agrupación Especializada de Asunción, acompañados del ahora atacado en Pedro Juan Caballero Wilson Fernandes Goncalves, alias Chero.
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Aquella visita de los capos del PCC a Jarvis en Asunción fue el 3 de abril de 2017, cuando supuestamente ultimaron los detalles para el ataque a Prosegur que se produciría 20 días después.

Según la teoría de la Policía, Jarvis le dio apoyo logístico al PCC para el asalto a Prosegur y, a cambio, el PCC debía rescatar al capo de la Agrupación Especializada. Esto último ya no se concretó porque Pavão fue extraditado ese mismo año a Brasil.
Esta sociedad entre el PCC y Jarvis para el asalto a Prosegur fue la que dio origen a la trama de la primera temporada famosa serie brasileña ADN del Delito, proyectada a través de Netflix.