En comunicación con ABC Cardinal este lunes, el fiscal Óscar Fernández habló de la investigación en curso sobre un confuso incidente registrado el pasado sábado, cuando una avioneta y sus dos pilotos, que transportaban una caja fuerte, fueron supuestamente secuestrados en Canindeyú y luego se vieron obligados a aterrizar en el departamento de Paraguarí por falta de combustible.
El pasado sábado en horas de la mañana, una avioneta Cessna Caravan 675 despegó del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, en Luque, transportando una caja fuerte que, según el piloto y el copiloto de la aeronave, Édgar Rodrigo Noceda (58) y José Augusto Pérez (42), habían sido contratados para llevar a una estancia en el departamento de Canindeyú.
Sin embargo, siempre según manifestaron los pilotos, cuando aterrizaron en la estancia fueron interceptados por cuatro personas armadas, presuntamente de nacionalidad brasileña, dos de las cuales subieron a la avioneta y los obligaron a volver a despegar con destino a Bolivia.
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Según los datos con que cuenta la Fiscalía, la aeronave llegó hasta la zona de Pozo Colorado, departamento de Presidente Hayes, cuando se volvió evidente que la avioneta se iba a quedar sin combustible, por lo que intentó regresar, pero acabó debiendo aterrizar en un camino cerca de la localidad de Quyquyhó, Paraguarí.
Horas después fue detenido en Quyquyhó un ciudadano brasileño identificado como Newton Sergio Dias (77), bajo sospecha de haber estado involucrado en el incidente.
Abrirían caja fuerte hoy
El fiscal Fernández dijo que aún está esperando una autorización judicial para abrir la caja fuerte, cuyo contenido aún se desconoce y podría ayudar a esclarecer el hecho, y estimó que la apertura se haría “en unas horas”.
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Comentó que hay aspectos sospechosos que parecen contradecir la afirmación de los pilotos de que fueron secuestrados y mencionó un video en el que no se observa ningún tipo de violencia o fuerza en la interacción entre los tripulantes y sus supuestos secuestradores, y el hecho de que los pilotos manifestaron haber sido “maniatados” luego del aterrizaje forzoso en Quyquyhó, pero solo con cables de cargadores de teléfono celular.
El brasileño detenido también manifestó haber sido secuestrado, añadió el representante del Ministerio Público.