El médico forense Pablo Lemir reveló hoy los resultados de la autopsia realizada a los cuerpos de Ana Liz Rocío Villalba, de 36 años; su hija de 12, con discapacidad; y su madre, Magdalena Villalba Acosta, de 80, quienes fueron halladas muertas en su vivienda de Capiatá.
El informe forense se confirma que las tres fallecieron a causa de golpes en la cabeza.
La autopsia, realizada junto a una patóloga y el médico forense de turno, arrojó que dos de las víctimas, la menor y la madre de Ana Liz, murieron por traumatismo craneoencefálico abierto, con pérdida de masa encefálica.
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Manifestó que esto sugiere el uso de un objeto contundente, posiblemente un martillo, aunque esto deberá ser confirmado por criminalística de campo.
La víctima más anciana, Magdalena Villalba, presentó un traumatismo cerrado con fractura en la base del cráneo, además de múltiples golpes. “Fue una muerte rápida”, señaló Lemir. Agregó además la presencia de lesiones contuso-cortantes en otras zonas del cuerpo.
¿Hubo resistencia de las víctimas?
El equipo forense no descartó la posibilidad de que madre y la mujer de tercera edad hayan intentado resistir al atacante. Estos elementos quedan ahora a criterio del Ministerio Público para profundizar la investigación, según expresó Lemir.

Tras el hallazgo de los cuerpos, vecinos redujeron a un joven identificado como Blas Ramón Serafini Báez, de 23 años, quien fue entregado a las autoridades como principal sospechoso del triple crimen.
Presunto abuso sexual a la niña
Sobre presunto abuso sexual a la niña de 12 años, Lemir mencionó que existen indicios inespecíficos, que hace pensar que haya ocurrido un hecho, pero no hay certeza.
Hay características y amerita que la Fiscalía siga investigando, subrayó Lemir.