Según una investigación de las autoridades del Brasil, Paraguay es el país donde se encuentra el mayor número de integrantes del grupo criminal brasileño Primer Comando Capital (PCC).
De los 2.000 integrantes esparcidos por un total de 28 países, 699 se encuentran en territorio paraguayo. De ese total, 358 estarían sueltos y 341 en prisión.
El ministro del Interior, Enrique Riera, reconoció esa situación y como responsables de esto apuntó a instituciones débiles, autoridades corruptas, problemas en los tres poderes del Estado y en poderes municipales.
“La droga, que es el principal negocio, además la trata de personas, tráfico de armas y otras cosas, que mueven mucho dinero y compran muchas voluntades”, sostuvo.
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Seguidamente, señaló: “Venimos remando de atrás, pero hemos dado pasos importantes. En su momento tuvimos una doble dificultad, porque en las cárceles de Paraguay figuraban con documento paraguayo. Entonces, tuvimos que hacer un trabajo de inteligencia penitenciaria e identificamos dentro de la cárcel los primeros 150 líderes y empezamos a sacarlos de a 15″.
Según el informe presentado en el vecino país, el número de integrantes del PCC en el Paraguay es de 700, a lo que el ministro expresó que la idea es abrirles procesos a todos para entregarlos a su país y de vuelta ir debilitando las estructuras.
Hay cosas que arreglar
En otro momento, el ministro Riera fue claro y tajante: “El PCC entró al Paraguay porque bajamos la guardia. Porque en otras épocas se complicaban autoridades, hasta autoridades de los tres poderes del Estado, y hay que asumir esa responsabilidad”.
A renglón seguido, mencionó: “Ahora estamos trabajando bien y creo que tenemos buenas chances de, si no sacarlos 100 por ciento, debilitarlos totalmente. Para ello, necesitamos un operativo Veneratio o un Dominatus en cada uno de los departamentos”.
En el final, dejó un mensaje muy claro: “Para que haya justicia, hay cuatro eslabones que arreglar. Primero es la Policía que los detiene, después necesitamos un fiscal que les acuse, un juez que les condene y una justicia penitenciaria que les haga pagar el costo y el daño que le hicieron a la sociedad. Si estos cuatro eslabones no funcionan, nosotros tenemos un problema”.