El destituido es el agente especial subinspector Daniel Antonio Fernández Ávalos, de 36 años de edad, quien desde el año 2019 era el director de la SIU de la Senad, una unidad de élite que funciona operativa y financieramente a cargo de la oficina de la Drug Enforcement Administration (DEA) en Paraguay.
Fernández dirigió la investigación más importante en la historia del Paraguay, A Ultranza Py, que derivó en el encarcelamiento de Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, y en la identificación y posterior orden de captura internacional contra Sebastián Enrique Marset Cabrera, alias Omelet.
Otro caso emblemático que encabezó Fernández fue la operación Belia, que tumbó a Miguel Ángel Servín Palacios, alias Miguel Celular.
Daniel Fernández llegó a ser distinguido por la Embajada de Estados Unidos en Paraguay por el caso A Ultranza Py. Siempre mantuvo un perfil bajo. Nunca concedió entrevistas a medios de comunicación.
“Ese es más narcotraficante que cualquiera”
El 3 de junio pasado, un medio de comunicación de Uruguay dio a conocer una carta enviada por el propio Sebastián Marset, en la que este acusaba al agente especial Daniel Fernández de la Senad
“Ustedes manejan la droga que entra y sale del país, la Senad principalmente. Bueno, Daniel Fernández, el director de la SIU. Se sentaba a sacar cuentas (él más su gente de confianza) de cuantos kilos llevaba en las vueltas. Sin el permiso de él, las cosas no se hacían. Pero claro, como es del Gobierno, es delincuente con diploma, nadie le hace nada. Pero ese es más narcotraficante que cualquiera ahí en su país. Entonces, si viven del narcotráfico, respeten el narcotráfico. Si no, les puede ir mal”, dijo Marset.
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A raíz de esta acusación pública, el director de SIU fue sometido al polígrafo, prueba que supuestamente no pasó, por lo que se decidió su destitución.
La Senad hasta ahora no informó cuáles fueron las preguntas que le hicieron a Fernández en su prueba de polígrafo, que son en teoría las que lo tumbaron.
Reculada ante la DEA
La oficina de SIU de la Senad, que ahora se queda sin su director, estuvo a punto de desaparecer luego de que el 6 de diciembre del año pasado el ministro Jalil Rachid comunicara a los agentes especiales de la DEA en Paraguay que ya no trabajarían juntos.
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Posteriormente, el propio ministro envió otra nota en la que retiraba su planteamiento inicial y dejaba sin efecto el cese de la cooperación.
Esa reculada del Gobierno ya debilitó notablemente las relaciones entre Paraguay y Estados Unidos en materia de combate al crimen organizado, aunque después en teoría se amigaron de nuevo.