Los policías denunciados por secuestro, extorsión y amenaza de muerte son del departamento de Investigaciones de Alto Paraná, específicamente de la oficina central que funciona en Ciudad del Este, cuyo jefe es el comisario principal Wilfrido Javier Maldonado Larrosa.
En uno de los casos, el denunciante es el brasileño Daniel Pereira Gomes, de 55 años, quien prestó declaración testifical ayer, martes 10 de junio, ante el fiscal Alcides Agustín Giménez Zorrilla, de la unidad penal 10 de Ciudad del Este.
En su escrito, Daniel contó que en la tarde del 23 de abril pasado estaba pasando la zona del viaducto del kilómetro 4 de Ciudad del Este en su automóvil Kia Río, viajando desde su chacra de la ciudad de Santa Rita (Paraguay) hacia su casa del municipio de Santa Terezinha de Itaipú (Brasil), cuando fue interceptado por una camioneta Toyota Hilux plateada y un automóvil que sería Toyota Premio gris.
Los ocupantes de estos vehículos supuestamente se identificaron como policías de Investigaciones, le dijeron que su automóvil era robado y luego lo llevaron justamente a la base de Investigaciones, donde le pidieron 10.000 dólares.
Como el brasileño no tenía dinero, supuestamente lo llevaron esposado en el Toyota Premio gris hasta su casa de Santa Terezinha de Itaipú, situada a 30 kilómetros de Ciudad del Este, donde los policías paraguayos redujeron con violencia a la familia de la víctima y luego se apoderaron de una camioneta Hyundai Tucson plateada que estaba estacionada en el garaje.
Siempre según la denuncia, una vez que los policías robaron la camioneta Hyundai Tucson, trajeron de nuevo al brasileño a Ciudad del Este, donde llegaron ya en la madrugada del 24 de abril, cuando despertaron al empleado de una escribanía y este les confeccionó un contrato de venta del rodado, que la víctima firmó obligada.
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Recién después de eso lo liberaron, pero con la advertencia de que si hacía la denuncia podrían matarlo, todo según los datos que ya tiene el Ministerio Público.
En Presidente Franco
También ayer, 10 de junio, se radicó otra denuncia contra la misma unidad policial, el departamento de Investigaciones de Alto Paraná, pero ante la fiscala Zunilda Ocampos de Achar, de la unidad de Antisecuestro.
En este caso, el denunciante es el paraguayo Fabio Junior Troche Zarza, de 27 años, quien dijo que el 3 de junio pasado fue también emboscado en la ciudad de Presidente Franco por cinco hombres que se identificaron como policías de Investigaciones, pero que dijeron que eran enviados por sus colegas de Crimen Organizado de Asunción.
Supuestamente, le dijeron a la víctima que los agentes de Crimen Organizado lo estaban investigando por irregularidades en su negocio de apuestas y juegos de azar virtuales, por lo que le habrían pedido 50.000 dólares para que el caso no avanzara.
Así como en el caso anterior, Fabio también habría sido llevado a la base de Investigaciones, en Ciudad del Este, donde bajo amenazas lo habrían convencido de que vendiera su camioneta para pagar por su liberación.
Tras varias horas retenido, Fabio consiguió vender su vehículo a una persona que le hizo depósitos bancarios. El dinero, consistente en unos 210 millones de guaraníes, fue recogido por la víctima de tres bancos distintos, pero siempre con acompañamiento de los policías de Investigaciones, conforme a lo que relató.
Después de eso, Fabio fue liberado, pero con la advertencia de que este fin de mes debía entregar otros 200 millones de guaraníes. Si no cumplía, su casa y la de sus familiares podrían ser atacadas por sicarios, según lo que le dijeron.
Sí se produjo el procedimiento
Sobre este caso en Presidente Franco, el jefe de Investigaciones de Alto Paraná, comisario principal Wilfrido Javier Maldonado Larrosa dijo que efectivamente ese día un grupo de cinco agentes a su cargo revisaron a ese hombre ahora denunciante y a su familia, pero que tras corroborar sus datos los dejaron en libertad.
El jefe policial dijo que hay un acta de procedimiento firmada por el ahora denunciante, en la que también se consignan los nombres de los cinco policías intervinientes, que entonces serían los que hicieron el apriete.
Se trata del oficial inspector Derlis Chávez, suboficial principal Silvio Rojas, suboficial mayor Celiano Zayas, suboficial mayor Ángel Resquín y suboficial segundo Denis Miltos.