La mañana de este martes se realizó la exhumación de los restos de Ángel Noguera, un niño que falleció a los dos años y ocho meses, el pasado 26 de mayo de 2024, en el Hospital Regional de Encarnación (HRE). El procedimiento se realizó bajo la supervisión de la agente fiscal Griselda González, quien investiga una posible mala praxis médica.
El objetivo fue inspeccionar el cuerpo en el laboratorio forense de la capital del país, a fin de determinar qué fármacos fueron aplicados al menor. Los datos ayudarán a esclarecer si la atención en el HRE puede estar relacionada con la causa de la repentina muerte del niño.
El padre del niño, Pedro Noguera, reiteró su pedido de justicia a casi un año de la partida de su hijo pequeño. “Nosotros no queremos que otras familias pasen por esto, por eso necesitamos que se castigue a los culpables”, afirmó.
Noguera indicó que, según su versión, serían 11 los profesionales de salud involucrados en el hecho, que deberían ser indagados por la justicia. No obstante, solamente fueron citados cinco funcionarios del HRE a declarar, afirmó.
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El caso investigado
El pequeño Ángel llegó al HRE el domingo 26 de mayo, día en que, después de cinco horas de estar en el centro asistencial, falleció tras ser intubado y llevado a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP).
Según el personal médico interviniente, el infante habría ingresado con un cuadro grave de neumonía y falleció por un paro cardíaco. Por su parte, los familiares sospechan que el niño no fue atendido adecuadamente, situación por la que creen que concluyó con el fallecimiento del menor.
Noguera refirió que el niño era una criatura saludable y no tenía ningún problema de salud previo. Llevaron al niño por un cuadro respiratorio que les parecía leve y les sorprendió el desenlace fatal que tuvo esta triste historia. “Yo llegaré hasta las últimas instancias, porque no es solo justicia para mi hijo, sino para que esto no ocurra más”, sostuvo el padre.