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El jueves 1 de mayo, entre tantos trabajadores que conmemoraron su día, nobleza obliga incluir a los policías, trabajadores de la seguridad ciudadana.
Si bien son muy criticados por la ciudadanía por prácticas de coima y falta de acción ante la inseguridad, lo cierto es que hay ciertas ocasiones en las que los efectivos que están en la calle no tienen la culpa de ser parte de un sistema que no les proporciona los recursos más básicos.
El jueves 1 de mayo, mientras todos celebraban el Día del Trabajador, dos oficiales de Policía se disponían a realizar su patrullaje de seguridad en el barrio Trinidad, cuando se encontraron con un obstáculo: se le acabó el combustible a la patrullera.
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Recargaron combustible en forma casera
Ante la dificultad, tuvieron que recurrir al "bidoncito“, muy conocido en Paraguay por los automovilistas cuando la situación económica está difícil. Como otros ciudadanos, los efectivos recargaron el móvil policial de forma casera.
En esa faena fueron vistos por Pastor Rojas, que se encontraba en las calles Santísima Trinidad y Artigas, frente a la estación de servicio. Ante la indignación, prefirió reír para no llorar. Sacó su teléfono celular, y entre risas, comenzó a filmar el momento, que refleja claramente las peripecias que se atraviesan en un país en el que los recursos económicos están distribuidos para privilegiar a grupos de poder y no para cubrir necesidades básicas de la ciudadanía.
El motivo por el cual este ciudadano en particular sintió tanta indignación al observar esta escena, fue que justamente el Viernes Santo, fue víctima de hurto en su casa. Un delincuente que ya lo había estudiado previamente, aprovechó un viaje de Semana Santa y le vació la vivienda. Pese a que tiene cámaras de circuito cerrado, y llamó a la Policía y le entregó las pruebas, hasta ahora no tuvo resultado alguno sobre la detención del autor del robo.
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“Es como salir sin balas”
En un país en el que estamos acostumbrados a que “no pase nada”, luego de ser víctimas de la delincuencia, Rojas hace un llamado de atención a las autoridades policiales.
“Es una vergüenza que efectivos salgan a patrullar sin tener tanque lleno, o al menos medio tanque. Es como ir a enfrentar a delincuentes sin balas. Es inconcebible que queden sin combustible, y no es culpa de ellos, es culpa de la falta de presupuesto”, lamentó Pastor Rojas.
Frecuentemente, la gente denuncia que en las comisarías “pechean una ayudita”, para el combustible o el desayuno, cuando se requiere de acompañamiento policial ante alguna situación.
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Si bien esta es una práctica corrupta y no debería pasar, ante escenas como las vistas el jueves, se explica que las carencias de la Policía son reales, y son la razón por la que no pueden acudir cuando se la necesita.