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El cadáver de un hombre de 53 años fue encontrado en la vía pública este lunes en el distrito de Jesús de Tavarangüé, Itapúa. Tras la inspección forense, se constató que la causa del fallecimiento fue el disparo de un arma en el tórax.
La víctima fatal fue identificada como Narciso Moráis Cabral, un indigente que residía en la zona y era conocido por sus rondas constantes en la comunidad. Según el fiscal de turno, Meiji Udagawa, el hombre solía pedir dinero de manera agresiva y, en ocasiones, amenazaba a los vecinos con palos y cuchillos.
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La mujer detenida por el hecho, Claudelina Aquino Centurión, explicó a las autoridades que disparó el rifle de aire comprimido para ahuyentar al hombre, quien la habría estado amenazando.
Según su testimonio al fiscal, Moráis Cabral comenzó a golpear partes de su vivienda y, tras arrojarle agua para intentar que se retire, el hombre reaccionó con mayor agresividad.
En ese momento, ella tomó el rifle y disparó desde el interior de su casa, mientras la víctima se encontraba en el corredor de la vivienda, según relató el fiscal.
Udagawa detalló que el proyectil ingresó por una parte blanda del cuerpo, lo que, sumado a la corta distancia del disparo y la constitución delgada del hombre, provocó su fallecimiento.
Hallan presunta arma homicida
Tras el reporte del hallazgo del cuerpo, la Policía Nacional realizó un allanamiento preventivo en la vivienda de Aquino Centurión. En un principio, la mujer negó tener armas, pero luego admitió los hechos y colaboró con las autoridades.
Los agentes encontraron indicios de prácticas de tiro en su propiedad, como latas perforadas y restos de balines de plomo incrustados en un pedazo de madera. Con su testimonio, lograron ubicar el rifle enterrado en el patio de un vecino. Asimismo, se hallaron otros dos rifles que estaban ocultos en la parte trasera de una huerta cercana.
Imputada por homicidio doloso y se descartó legítima defensa
La mujer fue imputada por homicidio doloso, según refirió Udagawa. Aunque alegó defensa propia, el fiscal descartó la legítima defensa. Señaló que tenía otras opciones antes de recurrir al uso del arma, como pedir auxilio a sus vecinos, llamar a la policía o huir con su hijo.
El Código Penal establece que el homicidio doloso puede ser castigado con cinco hasta 20 años de prisión.