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La tarde de ayer, desde las 14:00, se desarrolló una requisa en los pabellones de alta peligrosidad “B baja” y “B alta”, pertenecientes a reclusos de la facción criminal Primer Comando da Capital (PCC), en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Itapúa. El procedimiento fue realizado por agentes de prevención y seguridad, equipos tácticos de la Policía Nacional y personal penitenciario del reclusorio.
En el sitio se incautaron 14 aparatos celulares, 11 cargadores de celulares, 8 armas blancas, 2 cuadernos de anotaciones y una balanza electrónica de precisión.
Los lugares intervenidos son los pabellones de los reclusos investigados como supuestos líderes de un esquema de estafa, extorsión, sextorsión y suplantación de identidad, identificados como Ylario Villalba Álvarez (43), alias Copete, y Arnaldo Andrés Benítez Altamirano (35), alias Chicha.
Copete tiene condena por robo agravado y homicidio de 25 años (2011), no obstante, posee régimen de semilibertad, mediante oficio 1937/2023, firmado por la jueza Laura María Benítez. Entretanto, Chicha se encuentra con medidas alternativas a la prisión por tráfico de drogas (2018).
Allanan departamento de Copete
Aproximadamente a las 17:00 de ayer, una comitiva fiscal-policial, encabezada por el fiscal coadyuvante en la causa, Enrique Fornerón, allanó un departamento ubicado en el microcentro de Encarnación, en el edificio Emily, sobre la calle 14 de Mayo casi Carlos Antonio López.
El sitio es propiedad de Ysidro Villalba y en el lugar incautaron una camioneta de la marca Geely, modelo Okavango (2024), color gris, matrícula AAOH 670, aparatos celulares, una cámara fotográfica profesional, de la marca Canon, documentos varios, DVR y dispositivos de almacenamientos.
Además, se desarrolló otro procedimiento en una vivienda ubicada sobre las calles Juan Domínguez casi Tarumá, del barrio San Juan de la ciudad de Cambyretá, pero sin resultados positivos, según los informes policiales.
Esquema criminal
Representantes del Departamento contra Hechos Punibles, Económicos y Financieros, en compañía con miembros del Departamento Especializado de Investigación de Cibercrimen de la capital del país, desarrollaron el operativo Guyrahû II en el departamento de Itapúa. Tras un trabajo de inteligencia, detectaron una estructura criminal dedicada a la estafa, extorsión, sextorsión y suplantación de identidad, cuyos líderes serían reclusos del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Itapúa.
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Evidenciaron más de G. 2.500.000.000 en fraudes, realizados por medios telemáticos desde el Cereso. Los reos investigados serían cabezas de la organización y proveían logística, según lo investigado por los intervinientes.
Utilizaban los más tradicionales métodos de estafa, hasta la simulación de empresas de call center, para acceder a datos y vaciar las cuentas de sus víctimas. El dinero era girado hasta un local de cobranzas en Carmen del Paraná, donde era administrado por familiares de los reos.