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El ministro de Defensa Nacional, general (SR) Óscar González, confirmó ayer a Abc que en los últimos días, un gran número de efectivos de inteligencia se instalaron en la región donde el criminal más buscado del país estaría escondido bajo el resguardo de un ejército de pistoleros armados con fusiles y movilizados a bordo de camionetas todoterreno de alta gama, aparentemente robadas en el Brasil.
El general González confirmó que el objetivo de los militares es únicamente la captura de Macho, sin distraerse en sus operaciones al margen de la ley como el tráfico de cocaína y marihuana hacia el vecino país. “Otras instituciones de seguridad están abocadas al combate de las actividades que le generan multimillonarias ganancias al criminal, nosotros no podemos permitir que nuestros efectivos entren en contacto y puedan ser contaminados con ese ambiente”, explicó el ministro de Defensa.
Macho se instaló desde hace unos meses en tierras ancestrales de comunidades nativas, donde aparentemente tiene operando varios improvisados aeródromos donde bajan avionetas cargadas con cocaína producida en el Perú. Esta droga, al igual que la marihuana producida en las tierras de los nativos, son traficadas hacia los mercados de consumo del Brasil, lo que le genera multimillonarias ganancias al criminal.
Supuestamente, el capo narco utiliza una buena parte de esas ganancias para comprar la colaboración y el silencio de algunas autoridades políticas y policiales del departamento de Canindeyú, quienes hacen la vista gorda al paso de las drogas hacia el vecino país.
Atacaron helicóptero de las Fuerzas Armadas
El pasado jueves 20 de junio, sicarios al servicio de Macho acribillaron un helicóptero de las Fuerzas Armadas que había ingresado a la región para rescatar a un grupo de militares que precisamente se infiltraron en la zona para trabajos de inteligencia, pero que fueron descubiertos y estaban siendo hostigados por los nativos leales al capo narco.
En el tiroteo resultaron heridos el teniente coronel Luis María Sapriza, comandante de la SAP5, quien tuvo un balazo en un brazo, y el teniente Fernando Darío Viveros, quien recibió un proyectil en el brazo y otro en una de sus piernas. Los militares también respondieron con ráfagas de ametralladoras que alcanzaron las cuatro camionetas en las que escaparon los criminales.
Estos vehículos de la marca Toyota, tres Hilux y una Fortuner, fueron encontrados al día siguiente en una zona boscosa, dos de ellos presentaban impactos de bala y tenía manchas de sangre, por lo que se sospecha pudo haberse registrado bajas entre los matones.
Ahora, en una operación combinada, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) también inició una ofensiva en la zona para destruir cultivos de marihuana y de esa forma anular uno de los productos que le genera mayor cantidad de divisas a la organización criminal de Felipe Santiago Acosta Riveros (41), alias Macho.