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Un grupo de delincuentes asaltó y explosionó con dinamita en gel un transportador de caudales de la firma Prosegur ayer por la tarde, en la zona de General Delgado, departamento de Itapúa, en la Ruta PY01.
Los criminales se alzaron con un botín millonario, pero uno de ellos fue abatido y otro detenido. Así también, resultó muerto un guardia de la empresa transportadora.
Un testigo, quien pidió no ser identificado, dio detalles de lo ocurrido y relató lo que le tocó vivir junto con su acompañante. “Yo me estaba yendo a una distancia prudencial del transportador de caudales. Ahora tengo un nuevo miedo desbloqueado; nunca más voy a estar tan cerca de un transportador de caudales”, lamentó.
“Es más, si llego a ver un caudal me voy a ir de la zona o voy a frenar, esperar media hora y después me voy. Es un nuevo miedo desbloqueado”, insistió.
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Asalto a transportador de caudales: testigo relató lo que vivió
Según relató, estaba circulando con destino a Encarnación en su vehículo a corta distancia del transportador de caudales y este luego se le adelantó. Posteriormente, un automóvil particular, ocupado por los delincuentes, le sobrepasó y del interior bajó uno de los criminales y le intimidó con arma de fuego en mano para estacionarse en la banquina, mientras utilizaban un camión de gran porte para obligarle al camión de Prosegur a detener la marcha.
Contó que estaba junto con un acompañante, con quien bajaron del vehículo y decidieron ir hasta un tajamar a resguardarse. Luego de unos minutos, se acercó a ellos el delincuente, que los intimidó para exigirle la llave del vehículo a su compañero, amenazándole con que si no la entregaba iba a ser asesinado.
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En ese momento, él salió al paso y entregó la llave que estaba en su poder, siendo también amenazado de muerte. No obstante, resaltó que -al parecer- se trataba de un “ladrón bueno” porque percibió que, a pesar de intimidarlos con arma de fuego, no tenía intención de matarlos.
Tras ello, prosiguió relatando, el delincuente fue hasta su automóvil para -al parecer- verificar si tenía cámaras que pudieran captar el asalto. Luego, se acercó nuevamente a ellos y, en tono amenazante, les dijo que huyeran del lugar o serían asesinados.
Grabó videos despidiéndose de su familia
El testigo contó que creyó que los criminales le pidieron la llave de su vehículo para poder huir o, en todo caso, para hacerlo explosionar, tal como con el transportador de caudales y otros dos vehículos.
También mencionó que consideró que los iban a tomar de rehenes porque ya había una tímida presencia policial en la zona.
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Agregó que incluso decidió grabar desde donde se resguardaba lo ocurrido. “Hice videos prácticamente despidiéndome de mi familia”, comentó.
Ataque duró 30 minutos
Detalló, asimismo, que el ataque criminal duró alrededor de 30 minutos y que estuvieron varados durante unas cuatro horas. Además, precisó que el transportador de caudales circulaba con destino a Encarnación, desmintiendo la versión de la Policía de Itapúa.
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Añadió que escuchó que se perpetraron alrededor de 100 disparos con arma de grueso calibre. Reveló también que el delincuente que les amenazó hablaba en español y sería paraguayo. Igualmente, comentó que uno de los asaltantes se habría comunicado en un “portugués cerrado”, según escuchó que mencionó uno de los guardias del transportador.
Los delincuentes eran seis u ocho y luego huyeron en vehículos hacia Encarnación, según reveló.