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El presunto capo narcotraficante Miguel Ángel Servín Palacios, alias Celular, detenido por el caso Belia, afrontará juicio oral y público en el marco de la causa caratulada “Cristian César Turrini Ayala y otros s/ tenencia sin autorización y tráfico de sustancias estupefacientes y otro”, así lo resolvió la jueza penal de garantías Especializada en Crimen Organizado Rosarito Montanía, a través del AI N° 202.
Dicha decisión fue resuelta este lunes último, tras sustanciarse la audiencia preliminar que se llevó a cabo a través de medios telemáticos y se dividió en tres jornadas -el 9, el 16 y el 21 de agosto- instancia en que la fiscala de Narcotráfico Elva Cáceres Samudio sostuvo su acusación por los hechos de tráfico internacional de drogas y asociación criminal contra Miguel “Celular” Servín.
La magistrada admitió la inclusión de elementos de prueba, propuestos por la fiscala Elva Cáceres y en contrapartida, rechazó los incidentes de nulidad de la imputación y la acusación y el pedido de sobreseimiento definitivo, planteados por el abogado Nelson López. Igualmente, la jueza rechazó la exclusión probatoria de las investigaciones de los distintos casos, planteado por el abogado Rodrigo Álvarez.
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Según la acusación formulada por la agente del Ministerio Público, “conforme a la investigación desarrollada, se ha concluido que Miguel Ángel Servín era el líder de una organización criminal de tráfico de drogas, con la finalidad especifica también, de tener un beneficio patrimonial que es la venta de estas sustancias ilícitas cuyo objetivo final es introducir nuevamente el producto resultante de esas operaciones al mercado financiero nacional”.
Agregó la fiscala que para sus operaciones, Servín “contaba con la colaboración de Cristian Turrini, también acusado en esta causa; esa relación entre ambos que data del año 2014 la que se inició a raíz de problemas judiciales que tuvo Servín Palacios, en la República Oriental de Uruguay, por tráfico de marihuana y cocaína en el año 2001, cuando Turrini lo asesoró en calidad de abogado”, según datos obtenidos mediante pericias a aparatos electrónicos incautados a Turrini.
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Investigación a Turrini y Miguel “Celular”
El Ministerio Público inició una investigación denominada “Swiffer” sobre Cristian Turrini, cuyo juicio actualmente está llegando a instancia final, tras la incautación de 3.406 kilos de cocaína en el Puerto de Amberes, en Bélgica, el 26 de junio de 2020. La droga se encontraba oculta entre una carga de carbón vegetal, transportada dentro de un contenedor.
En el marco del caso “Swiffer” es que se llevaron a cabo varios procedimientos, algunos de los cuales consistieron en la verificación de contenedores cargados con carbón vegetal en el Puerto Privado Terport de Villeta. Con estos se incautaron entre el 19 y 21 de octubre 2.906 kilos de cocaína, mimetizadas entre carbón, dentro de bolsas Big bag de 20 kilos cada una.
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La carga estaba consignada para la empresa “National Coal Supply Company”, con domicilio en Israel. La misma habría sido despachada por el mismo exportador, en este caso Alberto Antonio Ayala Jacquet, quien debía estar enjuiciado con Turrini, pero fue separdo del debate, a través de las firmas “Tres A” y “Carbosur SA”.
En este contexto, la Fiscalía sostiene que Miguel Ángel Servín fue el creador, financista, líder de la organización criminal y encargado de contactar con los compradores de la sustancia en el extranjero que, posteriormente, se ponían en contacto con Turrini a través de correos electrónicos solicitando cargas de carbón para dar apariencia lícita a las operaciones.
Más pesquisas en torno a la sociedad Servín-Turrini
Atendiendo a que Miguel Ángel Servín tenía antecedentes por narcotráfico desde el 2001 y, desde entonces, se relacionó con Cristian Turrini, tanto el Ministerio Público como la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) iniciaron investigaciones a partir del 2015 como la apertura del “caso Magnus”.
Más tarde, en el año 2019, se dio pie al denominado “caso Diximus” e inmediatamente después de este, al “caso Texas”. En el 2020 sin embargo, también comenzó el “caso Anterpia”. Todos estos, consistentes en interceptaciones de comunicaciones, reportaron vinculaciones entre Servín y Turrini.
Es así que, mediante los datos que aportaron las comunicaciones interceptadas se pudo establecer el esquema de la organización criminal, el rol que desempeñaba Servín Palacios dentro de esta y también, los envíos de grandes cargamentos de cocaína vía fluvial con destino al continente europeo por medio de contenedores, bajo la fachadas de operaciones lícitas.
Igualmente, a través del “caso Texas”, se logró determinar la existencia de pistas clandestinas en el Chaco Paraguayo, las cuales eran utilizadas por el grupo criminal liderado por Servín para ingresar al territorio paraguayo importantes cargas de cocaína, con aeronaves provenientes de Bolivia. La existencia de cinco pistas clandestinas fue corroborada por la Fiscalía el 5 y 6 de julio de 2022.
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Investigación Swiffer dio origen al caso Belia
Asimismo, dentro del “caso Swiffer” surgieron inidicios importantes como identidades de los integrantes de la estructura narco en Paraguay, que dentro de nuestro país cumplía funciones de acopio de grandes cantidades de cocaína en ciertos puntos y la exportación, en colaboración con estructuras extranjeras de Bélgica o Holanda.
Con toda esa información colectada se dio origen al caso Belia, dentro del cual se estableció la conducta de Miguel Servín, como líder de la red, y que en ese carácter contaba con la colaboración de Cristian Turrini, que a su vez tenía la cooperación de Alberto Ayala Jacquet.
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Por otra parte, Cristian Turrini también tenía ayuda de Ricardo Ariel Aquino, encargado de conseguir carbón del Chaco paraguayo, para ser exportado posteriormente al destino escogido, siguiendo la ruta marítimia más conveniente elegida por Miguel Servín.
Otro de los presuntos colaboradores era Andrés Fernández, quien utilizaba su cuenta bancaria para efectivizar el producto de la comercialización de la droga, además de la compra de carbón y otros insumos necesarios para el envío de la cocaína, a través de su empresa denominada “Quattro A”.