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Uno de los asesinados era Diego Antonio Delvalle Giménez (26), contra quien había una orden de captura por el feroz ataque a tiros de fusil cometido contra la vivienda del supuesto capomafioso Ederson Salinas Benítez, alias Ryguasu, que ocurrió el 24 de marzo del año 2022 en la ciudad de Pedro Juan Caballero. Ryguasu fue finalmente asesinado el 25 de febrero de este año, en el estacionamiento de un supermercado de Asunción.
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De acuerdo con el relato de testigos, Delvalle llegó alrededor de la media mañana a la casa de su suegra, que está ubicada en el barrio Obrero de la capital del Amambay, armado con una pistola. El hombre sabía que era el objetivo de grupos rivales, por lo que nunca descuidaba su seguridad.
Pero en la mañana de ayer, cuando estaba en la vereda de la casa, una camioneta con carrocería de color blanco paró a metros de él y descendieron de la misma cuatro hombres vestidos con ropas camufladas.
Tres portaban pistolas calibre 9 mm, todas con cargadores largos para 32 balas y uno portaba un fusil calibre 5.56. Cuando la víctima vio a los sicarios entró a la residencia para intentar escapar por atrás, pero no pudo saltar sobre la muralla, allí lo acribillaron. Del lugar los policías recogieron 91 vainillas de 9 mm y 29 casquillos de calibre 5.56.
Los investigadores manejan el dato de que Delvalle fue uno de los que concretaron el asesinato de Ryguasu Salinas en la tarde del sábado 25 de febrero en el estacionamiento de un supermercado en Asunción.
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Supuestamente, los agentes tienen imágenes de cámaras de seguridad donde se ve a Delvalle cuando remata a Ryguasu, quien ya estaba tirado en el piso.
Esta hipótesis cobra fuerza debido a que Delvalle era buscado por el ataque anterior contra Ryguasu Salinas, según comentaron.
Matan a secretario
Unas horas antes del citado homicidio, alrededor de las 03:00, seis hombres irrumpieron en una casa del barrio Jardín Aurora, también en Pedro Juan, perteneciente a Alberto Anastacio Medina Mancuello (34).
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El dueño de casa fue sorprendido y tomado de rehén en su habitación, donde lo esposaron y luego lo llevaron a la cocina, donde comenzaron a golpearlo para que entregue algo, quizás documentos o dinero.
Los maleantes revisaron la vivienda y el vehículo de la víctima, luego lo mataron con 20 tiros de fusil calibre 7.62. Supuestamente, Medina operaba como secretario para una de las facciones criminales que operan en la región, por lo que su muerte sería en el marco de una guerra entre bandas.