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Luis Javier Peralta Ojeda, trabajador de la distribuidora Campos SA, fue la víctima del hecho que se registró poco después de las 11 horas sobre la calle Padre Bruno Otte. El joven se dirigía a un banco de plaza para depositar dinero en efectivo y cheques. No se dio a conocer aún el monto robado, pero se trataría de un botín millonario.
El funcionario se salvó de milagro ya que el automóvil en el que se desplazaba, un Volkswagen de color blanco, recibió múltiples disparos. Una de las balas llegó a herirle en el muslo, pero no reviste gravedad, según los primeros datos.
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Los supuestos autores se movilizaban en un automóvil de color rojo, con el cual se dieron a la fuga una vez perpetrado el hecho. Posteriormente, y ante la persecución de las fuerzas policiales, los criminales cubrieron su huida a balazos, abandonando el auto en la “línea internacional” (línea seca), frontera con Brasil, para darse a la fuga a pie, en una zona boscosa entre Paraguay y Brasil.
Finalmente, con apoyo de sus pares del lado brasileño, el lugar fue rodeado y cuatro asaltantes fueron rendidos y aprehendidos. Todos ellos fueron llevaros por la Policía brasileña porque tendrían cuentas pendientes con la justicia del vecino país.
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Los aprehendidos fueron identificados preliminarmente como Juan José Giménez Romero, alias Lolo; Oscar Luis Benítez Miranda; Guilherme Viana, alias Zica; y Nelson Paredes Rodas.
Del poder de los maleantes fueron incautados tres pistolas y una escopeta, además un bolso que contendría el botín robado.