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El asalto a los brasileños se produjo aproximadamente a las 05:40 frente al edificio The One, situado en la avenida Santa Teresa entre Herminio Maldonado y Gumersindo Sosa.
Las víctimas fueron el que dijo ser dueño del caudal, Victorio Abritta Netto, de 54 años y su secretario Tiago Rocha Fanhani, de 40 años, y el funcionario paraguayo de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), abogado Néstor Alcides Adorno Pereira, de 39 años.
La versión de los brasileños tras el robo
Según los datos, Tiago llegó al aeropuerto Silvio Pettirossi de Luque a las 04:56 en un vuelo procedente de Panamá, pero que partió el jueves último de Turquía.
De hecho, en su declaración de salida de Turquía, Tiago consignó que transportaba 500.000 dólares en efectivo, con los cuales en teoría llegó a Paraguay.
Sin embargo, Dirección Nacional de Aduanas (DNA) informó ayer que “no existen registros de que haya realizado las declaraciones de valores en el formulario legal habilitado para el efecto”, pese a que es obligatorio hacerlo cuando los montos traídos son superiores a 10.000 dólares.
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Incluso, anoche trascendió que las dos maletas que trajo el brasileño pasaron por el escáner del aeropuerto de Luque y que en ninguna se observaron los fajos de dinero que, por ser una cantidad importante, sí o sí deberían haber llamado la atención del controlador, que a su vez tenía la obligación de abrir el equipaje si detectaba el relieve inconsistente.
Como sea, el brasileño Tiago asegura haber salido del aeropuerto de Luque con el dinero y que en el estacionamiento fue recogido por su jefe, Victorio, con quien se dirigieron hacia el edificio donde residen, Eminent, a ocho kilómetros de distancia, en la camioneta de este último, una Toyota Fortuner gris, con chapa AABK 531.
Atrás de ellos iba el funcionario de la Dinac Néstor Alcides en su automóvil Mercedes Benz C 250 rojo, con chapa XBD 897.
El abogado debía cumplir el rol de escolta, tal como aparentemente ya lo hizo una vez, pese a que no portaba siquiera un arma.
Supuestamente, el funcionario iba a cobrar 200 dólares por acompañar a los brasileños hasta el edificio, tras lo cual debía regresar al aeropuerto para iniciar su jornada laboral a las 07:00.
Buscaban drogas
Cuando estaban llegando al edificio Eminent, los dos brasileños pararon la marcha, aunque justo frente al edificio vecino, The One, donde Victorio bajó de su camioneta y se acercó al funcionario de la Dinac para pagarle por su “servicio”.
Justo en ese momento aparecieron un automóvil Toyota Corolla blanco y una camioneta Toyota Noah negra, de los cuales bajaron en total seis hombres que usaron uniformes de los departamentos de Delitos Económicos e Investigaciones de la Policía Nacional.
Los falsos policías dijeron a las víctimas que buscaban drogas y pidieron que los acompañaran hasta su base para una mejor revisión.
La camioneta Fortuner y el auto C 250 fueron escoltados por los otros dos vehículos de los asaltantes, hasta que estos los obligaron a parar a un kilómetro de distancia, en Alejo Silva y Ricardo Boettner, al costado del colegio Goethe, donde supuestamente les sacaron la maleta que tenía el medio millón de dólares y los dejaron esposados dentro de sus vehículos.
La camioneta Toyota Noah quedó abandonada a 800 metros, en Santa Teresa casi Denis Roa.
Contrabando de oro
La Policía Nacional del Paraguay confirmó ayer que la Policía Federal del Brasil informó que Victorino tiene antecedentes en ese país por “ocultar o disfrazar la naturaleza, el origen, la ubicación, la disposición, el movimiento o la propiedad de bienes, derechos o valores derivados, directa o indirectamente, de una infracción penal”.
Concretamente, el delito cometido sería “tráfico y contrabando de oro”, conforme al dato que llegó a nuestro país.
Efectivamente, el propio Victorio, manifestó que tiene una empresa dedicada justamente a la compra de oro y otro tipo de joyas que son enviados a Turquía para refinamiento y posterior reventa.
Esta empresa supuestamente tiene movimientos en Paraguay, Brasil, Estados Unidos y Turquía.
Lavado de dinero
Paralelamente a la investigación por el asalto, el departamento de Departamento Especializado Contra Lavado de Dinero de la Policía Nacional también abrió una pesquisa sobre el aparentemente ocultamiento del ingreso del dinero o sobre el posible origen ilícito del caudal supuestamente robado.
Una hipótesis que maneja la Policía es que el dinero que supuestamente se robó, si es que entró al Paraguay, lo hizo “en negro” y que sería parte de las ganancias de la “mafia del oro”, que después debía ser enviado otra vez de manera irregular al Brasil.
Los brasileños insisten en que declararon el ingreso de la plata y que incluso les cobraron los impuestos correspondientes.
Este fue por lo menos el quinto viaje que hizo Tiago a Turquía en los últimos tres meses, aparentemente para traer plata.