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Dos indígenas fueron asesinados por criminales del EPP el domingo pasado, en la falda del Cerro Guasu, en el departamento de Amambay. Ambos pertenecían a la comunidad Jasuka Venda de los Paí Tavyterá.
Uno de los indígenas asesinados era Alcides Romero (50), quien fungía de líder de dicha comunidad, y el otro ejecutado fue identificado como Rodrigo Gómez González (23). También un tercer miembro de los Jasuka Venda resultó herido: Leonardo Gómez Riquelme (42).
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EPP: Pablo Lemir reitera que lesiones fueron por tortura
El médico forense Pablo Lemir, del Ministerio Público, precisó en ABC Cardinal que ambos indígenas recibieron golpes en la cabeza y el cráneo por parte de los criminales del EPP, antes de recibir los disparos que acabaron con sus vidas.
No quiso hablar de tortura en términos jurídicos, pero agregó que “tenían, además de las heridas de bala, lesiones contusas, golpes en la región del rostro y de la cabeza”.
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También detalló que ambos recibieron disparos de distancia intermedia y con dirección de arriba hacia abajo. Con respecto a este último dato, el forense no quiso adelantar si ambos fueron arrodillados para ser ejecutados, pues indicó que el análisis de los que fueron a la escena del crimen será lo que determine si se dio tal posición.
Acotó que una escopeta fue el arma utilizada para asesinar a los dos indígenas.
Tres abatidos del EPP
Luego de asesinar a los dos miembros de Jasuka Venda, el grupo criminal del EPP que atacó a dicha comunidad se enfrentó a efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), brazo ejecutor del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI).
En el enfrentamiento, tres integrantes del EPP fueron abatidos: el líder de la banda criminal, Osvaldo Villalba; Luciano “Luchi” Argüello y un indígena de 17 años, quien habría sido reclutado y respondería al alias “Simón”.
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Sería un adolescente
El presunto adolescente abatido recibió dos disparos de arma de fuego: uno en la región lumbar en zona de la espalda y el otro en la cabeza, lo que le causó la muerte, según precisó Lemir.
En cuanto a su edad, manifestó que presumen que tenía 17 años, de acuerdo a los escasos datos que arrojó el análisis de su placa dentaria.
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Cuando fue consultado si este habría utilizado un arma durante el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, indicó que, si bien se le realizaron pruebas en tal sentido, será la Policía la que confirmará o descartará si realizó disparos.
No pueden precisar aún su identidad
Sobre la identidad, Lemir indicó que no pudieron precisarla con los trabajos forenses debido a que -al parecer- no fue inscripto con los registros policiales, por lo que no funcionó el Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares (AFIS).
Igualmente, aclaró que extrajeron evidencias de su ADN para poder compararlas a futuro con algún familiar que reclame el cuerpo.
“No tenemos una identidad confirmada hasta el momento”, sostuvo.
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La fiscala María Irene Álvarez informó posteriormente que ya habrían logrado identificar a este tercer abatido del EPP mediante sus presuntos familiares. Según indicó, sería un indígena que pertenecería a una comunidad de Canindeyú, pero no quiso dar nombres debido a que aún deben determinar si es o no mayor de edad.
El análisis forense de Osvaldo Villalba y Argüello
Con relación al trabajo realizado con el cuerpo de Osvaldo Villalba, el forense mencionó que durante todo el procedimiento estuvo acompañando por la representación legal de la familia y, fuera de las salas, un sobrino del considerado “comandante supremo” del EPP.
También comentó que sus restos ya fueron retirados por sus familiares y agregó que estos tendrían la intención de cremar el cuerpo de Osvaldo.
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Lemir ya había mencionado que el líder del EPP presentó 16 orificios de entrada de proyectiles de arma de fuego y 4 orificios de salida.
En cuanto a Luciano Argüello, había precisado que recibió tres impactos de proyectiles de arma de fuego.
Abatidos del EPP, ¿estaban desnutridos?
Atendiendo al estado físico en el que fueron encontrados los cuerpos de los abatidos del EPP, la Policía presume que los miembros de la banda criminal están desnutridos por falta de acceso a logística.
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Al respecto, el forense de la Fiscalía comentó que “hay cierto grado de desnutrición, sobre todo al tomar en cuenta que al disecar los cuerpos no hay materia grasa, pero todavía no se puede hablar de una desnutrición calórico-proteica, no hay pérdida de masa muscular”.
Con la muerte de estos tres criminales, el EPP quedaría con 15 miembros en sus filas. El nuevo líder sería Manuel Cristaldo Mieres.