Como nos muestran las pelis, en épocas pasadas, los hombres debían hacer un esfuerzo tremendo para tratar de conseguir al menos una cita o el número de teléfono de una dama. Ramos de flores, poesías, serenatas, chocolates y visitas a la casa de la enamorada eran algunos de los sacrificios que debían hacer los varones para conquistar a una mujer.
Los tiempos van cambiando y, desde la llegada de las redes sociales, las cosas se simplificaron en demasía para los jóvenes que fueron flechados y quieren ganarse el corazón de una chica. La parte complicada nada más sería conseguir el nombre, luego, con esa sencilla información, se puede acceder a los datos, fotos y publicaciones del perfil de Facebook o Instagram.
Con un me gusta a una foto vieja o donde sólo aparezca ella, podés darte cuenta si interesás o no a tu amor platónico. Si te devuelve el like, es que tenés posibilidades. Luego del primer paso, lo que generalmente se hace es esperar que la chica suba una historia y responderla, ahí ya empieza la conversación.
Si sos un muchacho muy directo, seguro en los primeros días de conversación ya vas a invitarla a una farra, es decir, si antes se conquistaba con músicas de Marco Antonio Solís, hoy con Bad Bunny de fondo. Los que no son tan rápidos, tratan de llevarlas a un paseo por el shopping o a tomar un café y hablar para conocerse mejor. Cabe aclarar que las mujeres hoy en día también son muy rápidas si un chico les gusta.
Para los que quieren hacerlo todo aún más veloz y eficaz, existen varias aplicaciones para “conocer gente”, siendo Tinder la más famosa de todas. Utilizando esta App se puede contactar con personas que estén buscando su media naranja a través de internet. Todo es más fácil cuando estás tras la pantalla de tu celular, tomándote todo el tiempo que quieras para responder un mensaje o poniendo filtros a tus fotos para que te veas mejor.
Antes, si querías salir con una chica, debías enfrentar al terror que supone ir a hablar con los padres de la mujer con la cual querías estar. Al ir a pedir permiso y decir: “señor, quisiera saber si hoy podría salir con su hija”, se demostraba una gran valentía y verdaderas ganas de tener una cita con la enamorada.
Obviamente, si se te dice Cucho y regalás un Audi a tu pretendiente, te podés saltar todos los pasos que existen y ganarte el “amor” de una chica en un abrir y cerrar de ojos. Así que cada uno tiene distintas formas de llegar al corazón de una mujer; algunos siguen a la antigua, otros utilizan las armas llamadas redes sociales y también existen Cuchos de abultada billetera.
Por Diego Benítez (18 años)