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La Navidad es la época perfecta para reunir a toda la familia en la mesa de la casa y disfrutar las ricas comidas que mamá y abuela preparan para todos. Ensaladas, asado y varios aperitivos llenan el comedor como excusa perfecta para ponernos al día con la vida de nuestros seres queridos.
En estos días, el aeropuerto y la terminal de buses se llenan de sentidos abrazos y ojos llorosos que demuestran el dolor de la distancia y la felicidad del reencuentro entre familiares. Madres que se reencuentran con sus hijos y nietos que vuelven a disfrutar de los mimos de sus abuelos son solamente algunos de los momentos que se viven gracias a la Navidad.
Sin embargo, muchas personas, a pesar de querer estar presentes en la mesa familiar la noche del 24, no pueden hacerlo porque sus trabajos no se los permiten. Tampoco están quienes debieron ir al exterior a buscar nuevas oportunidades laborales para que sus seres queridos tengan una mejor calidad de vida.
Gracias a la tecnología es posible que estas personas unan un poco más sus lazos familiares. Videollamadas, mensajes de texto, notas de voz y muchas más opciones permiten que se sienta el contacto familiar a pesar de la distancia. Sin duda alguna, una foto o un video a las doce no se compara con sentir el calor de mamá mientras te abraza, los tiernos besos de los abuelos deseando feliz Navidad a todos, ni los brazos de papá que te brindan un sincero afecto.
En algunos casos, no es la distancia ni el trabajo lo que evita que la mesa esté rodeada de toda la familia en la víspera de Navidad, sino los rencores que algunos miembros guardan en sus corazones negándose a sí mismos y a sus parientes la oportunidad de una cálida reunión familiar. Muchas personas no saben valorar la gran ventaja de tener a sus seres queridos alrededor de ellas y se alejan por malentendidos o resentimientos sin sentido en lugar de perdonar y disfrutar.
Siempre debemos hacer todo lo posible para mantener la armonía en la familia y llegar a las fiestas navideñas con ganas de compartir y celebrar de la compañía de los seres queridos. Si tenés un rencor guardado con algún pariente, no dejés pasar esta Navidad sin buscar la reconciliación y empezar de nuevo.
Asimismo, si algún familiar se encuentra en el exterior, no te olvides de llamarle a la medianoche, desearle una feliz Navidad y hacerle saber lo mucho que lo aprecias. Esos pequeños detalles logran dar fuerzas y ánimos para seguir luchando.
Que esta Navidad sea un motivo para volver a reunir a tantas familias que se encuentran alejadas física o emocionalmente. Animate a dar un primer paso y empezá a organizar una linda fiesta en donde los tíos, primos, hermanos y abuelos puedan compartir una auténtica Nochebuena.
Por Divina Alarcón (18 años)