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El Viernes Santo no sería lo mismo sin este alimento y, mucho menos, el famoso kurusu jegua, realizado cada 3 de mayo, tendría el mismo toque sin las apetitosas argollas colgadas alrededor de la cruz. Llena de queso, con o sin almidón, elaborada con anís o cualquier otro condimento que retoque su sabor, la chipa se ha ganado su lugar en las mesas paraguayas.
La confusión en cuanto a la procedencia de este preparado llegó días atrás, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó en su cuenta de Instagram que la chipa es “un pan de queso de una región argentina”. Esto generó la indignación de varios compatriotas que se manifestaron, a través de memes y publicaciones supuestamente nacionalistas, en las redes sociales, tirando pestes a los “kurepís” aunque, esta vez, no tengan la culpa de este error.
Asimismo, comidas típicas, que forman parte del día a día de nuestros compatriotas, fueron celebradas como novedades culinarias en un programa de cocina del vecino país. En este punto, se puede recordar el extraño nombre que seleccionaron los realizadores del espacio televisivo para el vori vori: “bolitas de maíz con pollo”.
Además, denominar a nuestra bebida tradicional como “mate frío con yuyos” y señalar que el brebaje viene de la nación vecina ocasionaron una sensación de estar siendo culturalmente plagiados. Sin embargo, el tereré no solo es reclamado por paraguayos y argentinos, sino también por ciudadanos de Brasil, que igualmente disfrutan los sabores de la yerba mojada.
La “choclotorta” fue, posiblemente, la cerecita en el pastel; cuando el mencionado programa nombró de esta manera al chipa guasu, hasta los problemas políticos fueron dejados de lado para descargar la furia guaraní sobre quienes osaron “matar” nuestro plato tradicional.
Cuando pensamos en nuestras comidas típicas o en los elementos que más caracterizan la cultura guaraní, sí o sí nos acordamos de una asadera de chipa saliendo del tatakua, al tiempo en que se escucha de fondo una polca, la ronda de amigos con un tereré pantano en el centro o el delicioso chipa guasu, infaltable en la mesa. No importa que otros países deseen disfrutar nuestras delicias culinarias y las aplaudan, al contrario, es mejor que más gente conozca nuestras tradiciones pero, ojo, la cuestión está en dar el crédito.
Vos, ¿creés que el posible “copy/paste culinario” en verdad perjudique nuestra cultura de alguna manera?
Por Belén Cuevas (17 años)